El Pelado Almeyda sobre los suicidios de Huevo Toresani y Morro García

Desde Estados Unidos, el Pelado recordó uno de los momentos más duros que le tocó afrontar en su vida y dejó un consejo para las personas que la padecen.

Matías Almeyda tuvo su primer retiro como futbolista profesional en 2005 y tras caer en una profunda depresión volvió para jugar dos meses en el fútbol del Noruega junto al Turu Flores. Luego tuvo un breve paso por Fénix junto al Beto Acosta y tiempo más tarde, a mediados de 2009, volvió a River. Días antes, en un partido de Súper 8, había declarado que pagaba para volver a jugar cinco minutos en el club de sus amores. Enzo Francescoli habló con Néstor Gorosito para que le haga una prueba en River. "Me probó tres días y quedé".

Fue feo, no se lo deseo a nadie. Es difícil de entender porque la respuesta más fácil era: ´Cómo vas a tener depresión si tenés todo´. ¿Todo qué, material? Hubo muchas cosas que me hicieron daño. Sufrió mi familia, mi padre, mis hermanas, mi sobrino, y mi mujer y mis hijas fueron las que lo vivieron más de cerca. Todos ellos me ayudaron a salir”, contó Almeyda en Líbero vs.

Hablé mucho de la depresión cuando saqué un libro (“Alma y vida”). Tenía algunos periodistas conocidos que me llamaban seguido cuando estaba en la cresta de la ola en River, y después nunca más me llamaron cuando salí de ahí. Ya cuando fui a Banfield no me llamaron más, ellos saben quiénes son, lamentablemente para ellos. Me decían: ´Qué error, cómo vas a contar eso, te va a perjudicar en tu vida como entrenador´. Pero yo les dije que no, que estaban equivocados, que yo lo hablo porque ya lo superé y porque sé que desde un lugar ayuda a mucha gente a liberarse de eso”, amplió.

Los fatídicos casos de Julio César Toresani y Santiago Morro García

Me da mucha tristeza porque la depresión puede terminar así. Y de hecho termina en muchos casos así. Tuve a mi prima que cuando dirigí a River terminó así. Sé lo que se sufre, sé lo que sufren los demás. No es para pasarlo por arriba”, opinó.

Y advirtió: “Es para hablar y que los dirigentes se den cuenta de una vez por todas que no es solamente que debute un chico, sino formarlo y prepararlo de verdad porque un día se termina esto. Y el mejor recuerdo que puede tener un jugador de un dirigente, de un técnico o de un compañero es cuando te hablan de la vida, de lo que va a pasar después. No si metiste 10 goles, si fuiste el mejor o si ganaste 70 títulos, es lo que viene después”.

Hoy veo que los clubes contratan a chicos de siete u ocho años, no saben el daño que les hacen. Que el padre acepte que se lleven a un chico es grave, después podrá ser el mejor del mundo, el más rico, el que más fama tiene, pero sentimentalmente lo están envenenando y estoy en contra, no me gusta”, sentenció.