Rubén Giustiniani no se baja y obliga a Hermes Binner a negociar

El gobernador presiona para que el senador dé marcha atrás con su candidatura y hasta lo acusó de haber sido testimonial el año pasado, cuando obtuvo una banca como nacional. Coincidieron en el campamento de la juventud en Necochea pero evitaron fotos.

 El jueves, Hermes Binner pareció haber agotado sus esfuerzos para lograr que Rubén Giustiniani, senador nacional y presidente del Partido Socialista, desista de competir por la gobernación de Santa Fe y le deje el lugar a su secretario de Gobierno, Antonio Bonfatti.

Ese día, el esbelto mandatario santafecino apareció en el campamento de la juventud socialista en Necochea, justo cuando su rival interno promediaba su discurso en una carpa montada para la ocasión. Aunque se saludaron, no hubo registro fotográfico de ese cruce, ya que a ninguno le interesó exhibir las imágenes.

La tensión parece que continuará hasta el último minuto antes del cierre de listas, previsto para el 21 de febrero. Es que mientas Binner mantiene el vínculo con el electorado, Giustiniani tiene la manija del partido y la hace valer.

“Giustiniani es el Binner de Caballero. Le llegó su momento”, bromean en Santa Fe, haciendo un paralelismo con el rosarino que llegó al poder al socialismo desde su municipio e inició una zaga que finalizó convirtiendo a Binner como el primer gobernador de la historia del partido de Alfredo Palacios.

Binner apareció en Necochea tras otra serie de disparos a Giustiniani, quien parece no conmoverse. Esta semana, lo acusó de haber sido candidato testimonial el año pasado, ya que ahora está dispuesto a regalar una banca con continuidad asegurada hasta 2015.

Al encuentro costero le siguió una ola de rumores sobre un acuerdo que evite una interna. Uno de ellos indicaba que le ofrecerían a Giustiniani la Municipalidad de Rosario, pero desde su bunker dejaron trascender que el 5 de febrero, justo el mismo día del congreso del peronismo santafecino, oficializarán su candidatura.

"Acá no hay ninguna cuestión personal. Estaré en el mejor lugar que redunde en beneficio para el socialismo", dijo ayer desde Mar del Plata a La Nación. Su apuesta, claro está, es que el partido se incline por él y obligue a Binner a callarse.

La resistencia del senador desorientó al gobernador que esta semana, muy activa en temas electorales, oficializó la utilización de la boleta única para las internas del 22 de mayo, mecanismo que obliga a marcar a cada candidato a elegir e impedir el efecto arrastre de nombres poderosos.

Binner pensó en ese método para obstaculizar al intendente de Santa Fe, el radical Mario Barletta, decidido a participar en la interna del Frente Cívico que la UCR comparte con el socialismo. Pero pronto entendió que el máximo enemigo estaba en su casa.