Descontada la soberanía de una decisión que en el peor de los casos no perjudicará a terceros, el anunciado regreso a los rings del santafecino Marcos Maidana debe de ser interpretado en el modesto contexto de una aventura de improbables páginas de epopeya.

No se trata de pagarle al entrañable "Chino" Maidana con la ingrata moneda del aguafiestas, del odioso, del agorero.

Se trata, en todo caso, de tomar nota de las elocuentes referencias que anidan en la historia del boxeo y de acusar recibo de las condiciones que deberá afrontar el propio "Chino" Maidana.

Basta con apoyarse en la información que cifran los calendarios: en junio próximo (fecha tentativa de su pelea frente al venezolano Jaider Parra), el bombardero de Margarita estará cerca de cumplir 38 años y a casi siete de la segunda vez que dio la talla cara a cara con el mismísimo Floyd Mayweather.

Sin contar que su última gran victoria data de diciembre 2013, cuando en San Antonio le dio una paliza al sobrevalorado estadounidense Adrien Broner.

Descontado que desea volver a boxear y que está dispuesto a darse el gusto, ¿habrá algo más en el horizonte que el Chino imagina para sí?

¿Constarán las grandes marquesinas, Estados Unidos, un campeonato del mundo?

El propio Chino ya se ocupó de advertir que una vez terminado el combate de retorno evaluará su rendimiento, sus sensaciones, para entonces perfilar eventuales objetivos en las grandes ligas.

Suena sensato, sin que esa sensatez implique inhibir el entusiasmo y la alegría que conlleva la sorprendente decisión del ex campeón mundial superliviano y welter y ni qué decir si el festival en cuestión tuviera lugar en la Bombonera.

Es cierto, vale la pena reponer la mutación, que con el apoyo de dietas y entrenamientos más rigurosos en relación con décadas ha, la vida útil de un deportista de elite se ha alargado de forma sensible.

No menos cierto es que al desgaste que implica el ciclo vital debe de añadirse el de una inactividad prolongada; esto es, la acumulación del tiempo en el que un deportista deja de ser tal.

De hecho, Maidana vivió sus horas de esplendor con un peso cercano a los 67 kilos y alejado por completo de los gimnasios llegó a orillar los 100.

En fin, como quiera que sea se ve que le ha picado el mismo bichito que a otros cinco ex campeones del mundo nacidos en la Argentina y con unos cuantos almanaques a sus espaldas.

Víctor Emilio Ramírez y Jonathan Barros de 37 años; Juan Carlos Reveco de 38, Rodrigo Barrios de 45 y Sergio "Maravilla" Martínez con 46 cumplidos en febrero.

Ramírez viene de ser noqueado en Rusia, Barros se impuso en el mano a mano con "La Hiena" Barrios, Maravilla ha ganado un par de peleas frente a oponentes de tercer orden y Reveco volvió a subir a un cuadrilátero el sábado último en Villa Gobernador Gálvez en un módico pleito a seis asaltos.

Y todos, en especial el Chino Maidana -el que lleva más tiempo alejado de la competencia-, se sienten inspirados en el afán de refutar la célebre sentencia de Jack Dempsey. El llamado "Matador de Manassa" juraba que en el boxeo jamás se vuelve.