Elisa Carrió se siente cómoda en su casa. Habla con tranquilidad mientras intercala pitadas de cigarrillos con café. "Soy la única candidata", dice -sonríe y guiña un ojo- y, fiel a su estilo, chicanea a sus posibles rivales: "El resto son precandidatos".

Durante los 90 minutos que duró la entrevista con LA NACION, la líder de la Coalición Cívica descartó un posible triunfo de Cristina Kirchner en primera vuelta y marcó la cancha sobre qué elige el país en octubre: "Votamos si queremos ser un país corrupto o un país republicano. Si queremos un país con desarrollo económico o con grandes negocios y clientelismo para los pobres".

En su recorrido por los distintos temas, puso la lupa sobre el comportamiento de la Justicia federal, a quienes calificó como "oportunistas políticos, con excepción de la Sala II de la Cámara Federal porteña".

Y agregó: "Los jueces deben dejar de hacer política y los políticos deben dejar de interferir en la Justicia para que les garanticen impunidad".

-¿Evalúa sellar alguna alianza para competir en las elecciones?

-No, vamos sin aliados en la primera. Iremos con una alianza que nos dio muy buenos resultados en 2007 que es la alianza con los sectores sociales que permitieron que estuvieran Alfonso [Prat Gay], Héctor "Toti" Flores e intelectuales como Fernando Iglesias. Y como en la primera vuelta se eligen también diputados nacionales, queremos incorporar a gente que renueve el Congreso, cuando el régimen partidocrático busca que los mismos de siempre ocupen las mismas bancas, sin renovación política. Luego, en la segunda vuelta, seguramente habrá acuerdos.

-¿Da por sentado ya que habrá segunda vuelta?

-No. Digo que sí hay segunda vuelta, será así. Y si es primera vuelta y ganamos nosotros, también vamos a gobernar con los sectores sociales.

-¿Cómo financiará su campaña?

-Esa es la clave de por qué no podemos firmar acuerdos en primera vuelta. Haremos una campaña muy austera y nuestro régimen de aportes es mucho más estricto que el legal. Nosotros prohibimos los aportes empresarios. Y permitimos aportes sólo después de revisar quién quiere aportar. Somos muy rigurosos porque creemos en que "dime quién te financia y te diré qué gobierno vas a tener". Las empresas nos han ofrecido aportes y siempre nos hemos negado. Eso no quita que tengamos una excelente relación con ellas, pero creo que la libertad que un presidente tiene que tener pasa por no tener compromisos con nadie.

-¿Qué hará ante el narcotráfico?

-Somos la única fuerza política capaz de afrontarlo.

-¿Por qué?

-Porque no tenemos ningún compromiso. Está claro que el narcotráfico opera en la Argentina, como lo demostró Southern Winds o ahora el último caso [por los 900 kilos de cocaína decomisados en España]. El poder en la Argentina trafica. El poder garantiza en el Sur la salida de la droga, tanto en Caleta Olivia como en Puerto Deseado. Garantiza impunidad y participa del negocio.

-¿Usted afirma entonces que la política se financia con la droga?

-Está comprobado. En la campaña Menem-Duhalde del 89 está comprobado por el fiscal Moscow [John, el entonces fiscal federal en Nueva York] en la causa del BCCI, donde el representante de Gaith Pharaon le dijo que el 80% de la campaña de Menem había sido financiada por Pharaon. La campaña del 99 está plenamente acreditado, también en los Estados Unidos, el pedido de financiamiento al cartel de Juárez para la campaña de Duhalde-Palito Ortega. Y en la campaña de Cristina Kirchner, todos los que estaban en la efedrina, están todos vinculados entre ellos al triple crimen, donde hay gente que está directamente relacionada con Aníbal Fernández que está presa. De modo tal que parece que la Justicia no ve, la Cámara Electoral no siente y todo el mundo se hace el distraído.

-¿Qué quiere decir con esto?

-Los otros candidatos pueden tener buena voluntad y ser decentes; ahora, debajo de ellos hay gente que ha trabajado en esto. Yo no puedo hoy enfrentar al narcotráfico con la Policía Federal ni la Prefectura, están tomadas. Sólo lo puedo hacer con un pedazo de Gendarmería. Tenemos que salir de esto, sino vamos a terminar como México y Colombia. Hay que dar la batalla ya, pero no la puede dar ningún candidato de otro partido. De eso estoy segura