Punto final para una Liga Nacional atípica y compleja

Tras 192 días, finalizó una temporada histórica, jugada dentro de una pandemia. Muy distinta. Muy difícil. Gracias a la pasión, la paciencia, la disciplina, el profesionalismo y el sacrificio de todas las partes involucradas, se logró el objetivo deseado por todos.

Fue el final que esta Liga merecía. Juego 5. Palo y palo hasta el final. Emoción. Dos equipazos. Una serie cambiante. Gran paridad. Y un campeón para la historia. Fue el moño de una temporada muy difícil, en la que todos lucharon para llegar al objetivo soñado: jugarla y terminarla. Y así fue.

 

Una temporada que comenzó, el 4 de noviembre, con el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), que se desarrolló en la fase de Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (DISPO) y terminó, seis meses después, en medio de la segunda ola. 

 

Un certamen atípico en el medio de una pandemia que azotó al mundo entero llegó a su fin. Y no solamente tuvimos campeón de la Liga Nacional, la Liga Femenina también culminó con la corona para Berazategui y por otro lado el inicio de la Liga Argentina en febrero, que aún se encuentra en pleno desarrollo. No es poco en este contexto de sufrimiento e incertidumbre.

 

Muchos de los equipos debieron salir de su lugar de residencia para comenzar sus prácticas en Buenos Aires de manera temprana, como fueron los casos de Hispano Americano y La Unión de Formosa. El elenco formoseño, por ejemplo, recién volvió a su hogar cuando finalizó su participación en la competencia. Los clubes, los dirigentes, cada uno de los protagonistas fueron sumamente responsables desde este comienzo para que hoy tengamos a un nuevo campeón. Desde las burbujas en los hoteles, el encierro. Todos tuvieron que convivir y formar de cierta manera una "familia" para afrontar entrenamientos, almuerzos, cenas, charlas para sobrellevar las emociones y sentimientos personales, por claro está que esto no es solo un juego, que detrás hay personas y la parte psicológica fue un factor fundalmental en muchos de los planteles. 

A fines de febrero, Quimsa, hoy finalista, se llevó el torneo Súper 20 frente a San Martín. Los equipos también estuvieron presentes en competencias internacionales, protagonistas en la BCL Americas. Hablamos de San Lorenzo, Quimsa e Instituto. 

Rodrigo Castillo, el árbitro que luchó por su vida frente al Covid, hoy estuvo presente en Obras para hacer la entrega de las medallas para el segundo puesto. No olvidemos el nombre del trofeo que se entregó esta tarde. "La Copa Osvaldo Arduh", en honor al querido entrenador de Atenas que Córdoba que falleció antes de iniciar el torneo. Un golpe muy fuerte y anímico para el elenco cordobés que debió convivir todos estos meses con la angustia y el dolor para intentar competir al máximo nivel. Su hijo, Nicolás, se hizo cargo del plantel junto con Cristian Colli, para seguir adelante a pesar de todo. 

Pasión, esfuerzo, sacrificio, constancia y ganas, muchas ganas de parte de toda la familia del básquet argentino para llegar a este 15 de mayo con un nuevo campeón. San Lorenzo se consagró por quinta vez en  la historia de manera consecutiva y hoy se lleva todos los titulares. Pero, el gran protagonista en esta edición tan distinta y particular, fue sin dudas cada uno de los que formaron parte de esta temporada: técnicos, asistentes, jugadores, árbitros, médicos, kinesiólogos, psicólogos, dirigentes. Hoy es un día para festejar, porque la Liga Nacional está más viva que nunca.