Sobrepoblación carcelaria: una crisis agravada por la pandemia
El sistema carcelario santafesino ve agudizada su crisis existencial como consecuencia de la falta de la infraestructura de alojamiento necesaria, que ahora es agravada a límites insospechados como consecuencia del agravamiento de la pandemia.
A principios del mes de marzo expusimos en un análisis pormenorizado la situación y el detalle de las personas que están privadas de su libertad, procesadas o condenadas en unidades carcelarias santafesinas, como también en las comisarías policiales, en particular en el departamento La Capital. El sistema de alojamiento y atención carcelaria tiene una capacidad de 5.814 presos, y actualmente la cifra de alojados alcanza los 7.010, es decir que está superada en un 20,6 por ciento de su capacidad.
En las comisarías capitalinas, las que tienen penal para el alojamiento de personas aprehendidas en el marco de la investigación que los tienen como presuntos autores de delitos contra las personas o contra la propiedad, su capacidad en la suma de todas las plazas de alojamiento alcanza las 106 personas, cuando en realidad suman 257, siendo que está excedida en 143 por ciento.
Todo este problema convertido en drama por los motines seguidos de muerte, las peleas internas y hasta masacres vividas, hoy se visibilizan dramáticamente por los efectos de la pandemia y la ausencia de las necesarias vacunas, que deja a los presos en la intemperie inmunológica.
Drama en cárceles y en comisarías
El agravamiento de los contagios en todo el país y las medidas excepcionales y absolutamente extraordinarias de nuevo confinamiento que adoptó el gobierno nacional, repercute directamente en las personas privadas de su libertad, primero porque los espacios compartidos son parte de la realidad espacial carcelaria y ahora agravada por la sobrepoblación. Las nuevas cepas son más contagiosas y más letales, conforme a parámetros médicos y científicos. El drama en las comisarías capitalinas quedó expuesto esta semana en la Comisaría 12° de la ciudad de Santo Tomé, donde uno de los internos del penal tuvo síntomas compatibles con la enfermedad y lo denunció rápidamente. Por eso, una vez constatado el cuadro febril, la ausencia de percepción en el gusto y en el olfato, permitieron el aislamiento.
Presos no vacunados
Desde la dirección del Servicio Penitenciario provincial, y exhibiendo que hubo muertos en los penales santafesinos por Covid-19 Coronavirus desde que empezó el aislamiento preventivo, social y obligatorio ASPO, las medidas restrictivas ya se hacen sentir con respecto a la interrupción de las visitas como extremar las medidas de cuidados sanitarios intensivos, pero en su mayoría, los presos son personas jóvenes y no fueron vacunadas, y esa intemperie es la que lleva preocupación.
El drama en cifras
En el año 2005 había en todas las unidades carcelarias de la provincia de Santa Fe, entre condenados y procesados, un total de 2200 presos. El nuevo sistema penal impuesto a partir del lunes 10 de febrero de 2014, cuando ya sumaban 3000, le imprimió una gran velocidad a los procedimientos, y así se llegó a fines de 2020, con más de 7.000 presos alojados, siendo la capacidad actualmente de 5814, por eso hay más de un 20 por ciento de sobrepoblación. En las comisarías capitalina (Unidad Regional I La Capital) la capacidad de alojamiento oficial alcanza para 106 presos, y actualmente hay alojados 252, es decir un 143 por ciento más.
Una reflexión necesaria
La falta de previsibilidad del Estado en décadas, tiene ahora una agravada y preocupante situación, porque se suma a las normales dificultades de convivencia en recintos sin libertad ambulatoria, como son las cárceles y los penales de las comisarías, las consecuencias de una pandemia extendida y sin límites a la vista, salvo la vacunación. Pero no hay vacunas, o no hay, para ajustarlo con más propiedad, las necesarias, solo que las que llegan se cuentan muy por debajo de las necesidades reales.
Parte de la solución
El colofón de esta semana, se inició en la media tarde del lunes, cuando los penitenciarios que tienen la responsabilidad de la custodia de presos en la cárcel más grande y más moderna que tiene la provincia de Santa Fe, que es la de Piñero en el departamento Rosario, tuvo a dos presos, Carlos Andrés D´angelo y Hugo Peralta, con la complicidad de los guardias o por su marcada ineficiencia y ausencia de profesionalismo, se escaparan en dos carritos de los que se usan para hacer compras en los supermercados. Por eso la justicia penal santafesina, en las últimas horas de esta semana, dejó en prisión preventiva luego de la audiencia imputativa, a nueve oficiales y suboficiales, a los que los tiene como presuntos autores de los delitos de favorecimiento de la evasión e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Ellos, los penitenciarios, en este difícil momento, no pueden ser parte del problema, solo pueden ser parte de la solución.