Rocco es un cocker spaniel de un año y fue contratado por una destilería de whisky escocesa, para detectar imperfecciones en las barricas de madera y mejorar la calidad del producto.

Si el empleado canino detecta alguna imperfección, los demás empleados deben avisarle al director mundial de la marca, Chris Woof cuyo apellido se traduce "Guau"

Woof declaró ante los medios que la decisión de contratar a Rocco se debe a que "El sentido del olfato de un perro como Rocco es 40 veces mayor que el de un ser humano, y hemos seleccionado y entrenado especialmente a Rocco para que detecte el olor de cualquier anomalía mientras el whisky madura"

El nuevo empleado de la empresa recibió un entrenamiento de 6 meses y el personal de la empresa ya realizó una cucha especial en la destilería para el nuevo empleado.