Las hermanas Riedel y una misma pasión
Las jugadoras de Alma Juniors de Esperanza contaron su experiencia en la disciplina, la cual se desarrolla de manera familiar.
Seguir los pasos que la familia en la misma disciplina es una experiencia inigualable. Stefania y Camila Riedel son un ejemplo más de que la pasión por un deporte puede aglutinar a una familia. Y a partir de compartir ese lazo inquebrantable, construyeron un vínculo que conjuga, con la misma fortaleza, el aspecto familiar con el amor por el deporte.
Stefi y Cami son hermanas que comparten la misma camiseta: Alma Juniors de Esperanza. Su mamá también juega en el equipo de Mamis. Crecieron entre bochas y palos. Están en el club desde chiquitas, Stefania es defensora. Todo lo contrario Camila, que juega en ataque. Con sueños humildes y realistas, llevan el hockey en la sangre crecen y viven con plenitud la pasión que escogieron: el hockey.
“Mi familia es soporte fundamental en todos los aspectos de mi vida, desde mis padres Cristina y Diego, y mis dos hermanos: Camila y Santiago (de un año). Inclusive, a partir del hockey se fortalece aún más el vínculo con mi mamá y hermana principalmente, ya que es algo que compartimos. Nuestra pasión por el hockey vino a partir de mi mamá, ella empezó el deporte en el club y nos enseñó en casa lo básico. A la semana ya estábamos en el Polideportivo con Cami comenzando” sostuvo Stefanía.
Acerca de la experiencia de compartir plantel entre hermanas, Stefi remarcó que la misma es “de complicidad, acompañamiento, un poquito de rivalidad, y por sobre todo, crecimiento mutuo. Sé que me entiende, cuando termina la práctica o el partido puedo discutir cualquier cosa relacionada a lo qué pasó con ella, y que las dos nos podemos apoyar”.
Cami Riedel dejó su felicidad por estar junto a Stefi dentro de un mismo plantel. “Compartir cancha con mi hermana siempre fue un sueño, de chica la sigo en cada partido y lo que más esperaba era vivir con ella lo que veía desde afuera”. A lo que agregó que “La experiencia es linda, compartimos emociones. Si ella lo sufre yo también y si ella está tranquila yo lo voy a estar. Además hay más confianza para corregirnos y charlar sobre lo que hicimos mal o bien”.
Bajo La Lupa
Stefi comentó las distintas características de juego de su hermanita. “Cami es muy determinada y comprometida, siempre está empujando para llegar a rendir un poco más del 100%. Se gana las cosas, busca lo que se propone y nadie lo puede discutir. Ambas somos muy competitivas, y eso a la hora de entrenar se nota cuando nos enfrentamos en uno contra uno. De todas formas, la retroalimentación es constante y yo personalmente, aprendo algo nuevo cada vez que nos enfrentamos”.
A lo que Cami detalló el estilo de juego de Stefi. “Su mayor virtud considero que es la paciencia, para ser defensora es una virtud clave, siempre espera y sabe cuándo es el momento de sacar la bocha o cómo hacerlo, también tiene una de las mejores paradas en el corto y una muy buena barrida. No tenemos parecido para nada en la forma de jugar, pero creo que coincidimos en que somos muy competitivas”.
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Cami recordó cuando ambas coincidieron dentro del campo de juego. “La primera vez fue muy emocionante para mí porque no solo quería jugar con ella si no también con todas las demás jugadoras experimentadas de Alma Jrs. Pero cuando pude, ellas se fueron. Igualmente, eso no me hizo perder la fe en este equipo a pesar de ser joven. Son todas muy buenas jugadoras y compañeras. Esa primera vez fue en el torneo Regional A hace dos años en Rosario. Allí, nos enfrentamos a grandes equipos y como siempre, no negociamos la actitud por más difícil que fue”.
La atacante enumeró las diferencias entre jugar en inferiores y el plantel superior. “No fue fácil adaptarse a jugar en plantel superior. Es mucho más fuerte y lo que más tenes que tener entrenado, más allá de la técnica, es la concentración. Un segundo que bajas el ritmo o te distraes y te juega muy en contra, hay que dar todo porque las demás categorías dependen de nosotros”.
Cami Riedel demostró en sus palabras su constancia en romper sus límites. “Mis objetivos siempre fueron superarme, desde saber controlar mi cabeza hasta mantener mi estado o mejorarlo. Soy muy exigente y quiero aportar lo mejor a mis compañeras”.
El Gran Salto
Stefi es parte de la defensa de Alma Juniors. Le tocó reemplazar en Primera División a un sostén invaluable que tuvieron las “lobas” como las hermanas Gisel y Jésica Longoni en la última línea del equipo. “Fue un cambio drástico que nos costó asimilar. Personalmente, de un año para el otro, no sólo dejaba de ser el refuerzo de la quinta, sino que además pasaba a ser, como me decía Jesi Longoni “la que ahora tiene que hablar desde el fondo y animarse”. Afortunadamente con Sofi Zingerling nos entendemos muy bien y por más de que nos costó en un principio, fuimos adquiriendo la experiencia como quien dice “a los golpes”.
Sobre los pasos y cambios que tuvo que afrontar en el equipo, la defensora expresó que “jugué como 3 y luego como 2 en el equipo. Actualmente estoy de 6, una posición que es relativamente nueva para mí, por lo que trabajo en consolidar mi presencia en el medio, mejorar mi ofensiva y tenencia de bocha”.
El torneo Oficial
Stefi Riedel evaluó el desempeño del equipo. “El rendimiento fue óptimo y además acorde al ritmo de exigencia que llevábamos con los entrenamientos. Nuestro objetivo era comenzar el torneo ganando y por la garra y dedicación que estábamos metiendo, lo pudimos cumplir. Lamentablemente nos fuimos con una derrota en la última fecha que jugamos antes del parate”.
A lo que Cami analizó: “En las primeras fechas nos sentimos fuertes, nos dimos cuenta de que éramos capaces y nos mentalizamos en ganar. Entrenamos como íbamos a jugar y tratamos de buscar la unión dentro y fuera de la cancha, Muchas somos chicas pero Adrián nos dió todas las herramientas y la confianza para estar seguras de que lo que debíamos hacer”.