El espasmo en el ojo ocurre por diversas razones. De acuerdo con los médicos, el temblor o tic del párpado se llama mioquimia palpebral. Es algo común que se caracteriza por contracciones espontáneas, suaves y constantes, las cuales se producen en el músculo orbicular o de Müller, que sirve para elevar el párpado.

Cualquiera puede tenerlos en cualquier momento, en especial si está bajo un constante estrés. Para evitarlos se recomienda evitar o limitar el consumo de sustancias estimulantes, que lo pueden intensificar más. También respetar las horas necesarias de descanso, llevar una alimentación adecuada y realizar algo de deporte que ayude a liberar la tensión acumulada.

No existe una causa identificable. No obstante, se presenta en personas sanas que padecen alguno de los siguientes problemas: fatiga, ansiedad, estrés, esfuerzo físico y consumo de cafeína. Otras causas que lo provocan o incluso los empeoran son: ingesta de medicamentos como topiramato, clozapina, sales de oro y flunarizina, esclerosis múltiple y enfermedades autoinmunes.

Cuando se vuelven crónicos o incontrolables, se trata de blefaroespasmo esencial benigno. Se produce cuando uno o ambos párpados se cierran involuntariamente. Puede durar desde segundos hasta horas. Es un cierre más enérgico del párpado, que a veces limita o bloquea completamente la visión. También pueden afectar a otros músculos de la cara, y llegan a dificultar actividades cotidianas como subir escaleras, conducir o ir al trabajo. Su causa aún no es clara, pero se cree que se produce por un impulso nervioso.

También existe el espasmo hemifacial: cuando los músculos de un lado de la cara se tensan. Pueden comenzar cerca del ojo y afectar a otras partes de la cara. En casos avanzados, duran de varios días a meses.Parecen manifestarse cuando un vaso sanguíneo ejerce presión sobre un nervio facial.

Todos los espasmos no causan dolor y son inofensivos, aunque pueden ser una molestia. La mayoría no necesitan tratamiento. De no solucionarse solos, se pueden tratar de eliminar o disminuir las posibles causas: estrés, fatiga y consumo de cafeína. Consejos:

– Dormir suficiente. Los tics palpebrales se suelen presentar por exceso de cansancio. Tomar una siesta reparadora puede ayudar.

– Evitar el estrés. Si no es posible eliminar aquello que provoca tensión, se puede buscar actividades que la reduzcan, como ejercicios.

– Reducir el consumo de cafeína. Como estimulante, puede producir espasmos palpebrales; es recomendable disminuir la ingesta de café, té o bebidas gaseosas.

– Humedecer los ojos, ya que en algunos casos, el ojo seco o irritado puede causar espasmos palpebrales.

Más allá de estos temblores palpebrales, existen problemas de mayor gravedad que necesitan de la atención de un especialista. Quizás debas consultar a uno si sufrís de espasmos crónicos del párpado y también alguno de los siguientes síntomas: espasmos que no se resuelven en pocas semanas, el cierre completo del párpado con cada contracción, lo que puede indicar un espasmo hemifacial más que una mioquimia; espasmos en otras partes de la cara, dificultad para abrir el ojo, enrojecimiento o hinchazón del párpado y caída del párpado.