Uno de los temas que tiene en vilo al mundo Colón es la situación de Eduardo Domínguez, a quien el próximo 11 de junio se le vence su contrato y que tiene varias propuestas del exterior para continuar con su carrera como entrenador.

Domínguez había trasladado su decisión sobre su continuidad a la finalización de la Copa de la Liga Profesional, que terminó con la mayor de las glorias, debido a que fue uno de los grandes responsables de que Colón logre su primera estrella y la clasificación para disputar la próxima Copa Libertadores de América.

Pero en este tiempo se habló mucho de la chance que Domínguez llegue a Boca, como consecuencia de su relación familiar con Carlos Bianchi, que se mantiene en permanente contacto con Juan Román Riquelme, vice de Boca y presidente del Consejo de Fútbol.

En tanto que también se lo relacionó como el principal apuntado a reemplazar a Nicolás Repetto como entrenador de la Liga Deportiva Universitaria de Quito, y también para suceder a Rafael Dudamel en Universidad de Chile.

Lo concreto es que Domínguez se volvió a Buenos Aires, luego de permanecer unos días en Santa Fe tras la coronación de Colón, que tiene cifradas esperanzas en poder retenerlo hasta diciembre de 2022.

En las próximas horas se producirá un encuentro entre José Vignatti y Juan Berros, representante de Domínguez, donde se negociará un nuevo vínculo, que se estiraría hasta el último mes del año que viene, con lo cual tendría la chance de estar al frente del equipo en la Copa Libertadores de América.

Sin embargo, el nuevo vínculo, más allá de tener una mejora económica y de algunos requerimientos que tiene el DT, contaría con dos cláusulas de rescisión a favor de Domínguez, ante ofertas importantes, una en diciembre y la otra en junio del año que viene.