Condenaron a 16 años de prisión a un abusador sexual
Tiene 56 años y perpetró los ilícitos entre 1984 y 2015 en perjuicio de su propia hija, de su pareja y de dos hijas, un hijo y una nieta de la mujer. La sentencia fue impuesta por un tribunal integrado por Jorge Patrizi, Sergio Carraro y Leandro Lazzarini, en el marco de un juicio abreviado.
La fiscal Alejandra Del Río Ayala llevó adelante la investigación y dijo que “se trata de un caso sin precedentes en la provincia en el que se hizo una interpretación de los plazos de prescripción ajustada a los Derechos Humanos de las víctimas”.
Un hombre de 56 años fue condenado a 16 años de prisión por la autoría de delitos contra la integridad sexual de seis personas de su entorno familiar cometidos entre 1984 y 2015 en San José del Rincón. La sentencia fue resuelta por los jueces Jorge Patrizi, Sergio Carraro y Leandro Lazzarini, en un juicio en el que se abreviaron los procedimientos y que se desarrolló en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.
La fiscal Alejandra Del Río Ayala estuvo a cargo de la investigación y afirmó que “el condenado delinquió con conciencia de las consecuencias negativas de su accionar”. Según planteó, “por eso aceptó su culpabilidad por haber perpetrado los ilícitos en perjuicio de su propia hija, de una mujer con la que mantenía una relación de pareja y de dos hijas, un hijo y una nieta de ella”.
La funcionaria del MPA mencionó que “la investigación inició en 2019 a raíz de una denuncia radicada por una de las víctimas” y agregó que “ni bien tomamos conocimiento de lo ocurrido, ordenamos diversas diligencias, imputamos a quien ahora resultó condenado y se dispuso su prisión preventiva”.
Del Río Ayala aclaró que “las iniciales del condenado son CAO”, y especificó que “su nombre completo no se brinda para evitar la revictimización de una de las víctimas, que tiene su mismo apellido”.
Leading case en la provincia
La fiscal manifestó que “a partir de 1984 y durante 31 años, el condenado vulneró en reiteradas oportunidades la integridad sexual de integrantes de su entorno familiar”. Precisó que “excepto la mujer que fue su pareja durante 30 años, las otras cinco víctimas eran menores de edad que transitaban su escolaridad primaria al momento de sufrir los ilícitos”.
“Esta investigación sienta un precedente y es uno de los denominados leading case en la provincia de Santa Fe”, resaltó Del Río Ayala. En tal sentido, explicó que “desde una mirada tradicional de la prescripción, no hubiéramos podido investigar gran parte de los abusos y tampoco se hubiera llegado a una condena por esos hechos delictivos”.
“Tras una apelación que presentamos, el camarista Bruno Netri entendió que los ilícitos no estaban prescriptos y habilitó la posibilidad de seguir investigando lo que había ocurrido en esa familia”, valoró la funcionaria del MPA.
“Cuestionamos los plazos de la prescripción desde el paradigma de los Derechos Humanos de las víctimas de abuso sexual, y el magistrado de segunda instancia hizo lugar a nuestros argumentos”, sostuvo. “Hay principios del Derecho, garantías constitucionales y gran cantidad de doctrina, jurisprudencia y normativa que establece que los delitos contra la integridad sexual tienen un inicio del plazo de prescripción distinto”, añadió.
Seis víctimas
“El hombre de 56 años fue condenado como autor de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante; abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores agravada (por la edad de las víctimas y por la guarda)”, informó la fiscal.
Agregó que “la Defensa aceptó la atribución delictiva que realizamos por las seis personas abusadas, el monto y el modo de ejecución de la pena impuesta y la decisión de abreviar los procedimientos del juicio”. Asimismo, indicó que “las víctimas brindaron su conformidad con lo resuelto”.
Contexto de violencia
“De acuerdo con lo que investigamos, había un marcado contexto de violencia física, psicológica y económica al que el condenado sometía a quienes convivían con él”, argumentó la fiscal, y detalló que “la mayoría de los hechos ilícitos sucedieron en dos viviendas ubicadas en Rincón”.
“Dadas sus características, los hechos delictivos tuvieron entidad suficiente para interferir en el libre y progresivo desarrollo sexual de las víctimas que eran niños y adolescentes cuando los padecieron”, señaló la funcionaria del MPA.
Del Río Ayala destacó que “en más de una ocasión, el hombre amenazó al hijo de su pareja con matar a familiares de ambos, e incluso lo amedrentó con un cuchillo y le tapó la boca para que no gritara”.
En cuanto a los ilícitos cometidos en perjuicio de la mujer que era su pareja, la fiscal aseveró que “el condenado la obligó a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad”, y narró que “solía golpearla para evitar que ella opusiera resistencia al abuso”.