Imputaron a tres personas tras el secuestro de más de 60 kg de cocaína
La droga estaba oculta en las encomiendas enviadas desde Salta al partido bonaerense de Morón. Los detenidos son una pareja oriunda de Bolivia y un remisero de Buenos Aires.
Tres personas fueron imputadas en la provincia de Salta acusadas de traficar más de 60 kilos de cocaína en encomiendas.
Si bien la droga había sido detectada en unos controles de Gendarmería Nacional en el puesto fijo El Naranjo, ubicado en la localidad de Rosario de la Frontera, en el sur de Salta, el secuestro de la droga fue realizado finalmente por medio de una entrega vigilada en el partido bonaerense de Morón.
Según informó el Ministerio Público Fiscal de la Nación, las tres personas, una pareja oriunda de Bolivia y un remisero de Buenos Aires, fueron imputadas en las últimas horas por la fiscal federal subrogante Paula Gallo.
Todos fueron imputados por el delito de transporte de estupefacientes, agravado por el número de intervinientes, y la jueza federal de Garantías N° 2 Mariela Giménez, hizo lugar al planteo de la prisión preventiva para los tres acusados, aunque respecto al conductor dispuso que el cumplimiento sea bajo arresto domiciliario.
En tanto, la defensa pública, que representó a los tres acusados, no objetó la acusación ni la prisión preventiva de la pareja, aunque sí solicitó el sobreseimiento del chofer y planteó la libertad de su defendido bajo el compromiso de someterse al proceso de investigación y no salir del país. Sin embargo, sus planteos no fueron convalidados por la magistrada.
El hecho se comenzó a investigar el pasado 30 de mayo a partir de una consulta de Gendarmería Nacional, que informó que al revisar dos vehículos que transportaban 194 encomiendas observaron indicios respecto a 16 paquetes, por lo que la fiscalía solicitó al juez federal de Garantías 1 Julio Bavio la apertura de los mismos.
La sospecha, según consta en la causa, giró en torno a la diferencia que había entre el peso y el tamaño de los paquetes, a lo que se sumó que todos ellos tenían el mismo remitente e iban a un mismo destino en Buenos Aires.
En base a ello, al día siguiente el juez dictó la orden para abrir dichas encomiendas: en seis de ellas había 35 paquetes que contenían un total de 38, 875 kilogramos de cocaína.
A partir del hallazgo se puso en marcha lo que se conoce como "entrega vigilada", y así fue como el 4 de junio las encomiendas llegaron a la sucursal de una firma transportista, ubicada en el partido bonaerense de Morón.
Pero recién el lunes de esta semana los tres acusados se presentaron en la sucursal en una Citröen Berlingo, perteneciente a una remisera de Villa Celina, y mientras el conductor esperó en la vereda, la pareja ingresó a buscar los paquetes, y ahí fue cuando quedaron detenidos.
Según se informó, previamente, y a raíz de las tareas realizadas por personal de la Unidad Especial de Investigaciones y Procedimientos Judiciales Salta, se pudo establecer que en la sucursal había otros 22 paquetes, también procedentes de Orán y con el mismo remitente.
Además, la propietaria de la sucursal señaló que la pareja detenida eran clientes conocidos, pues en varias ocasiones se presentaron a retirar paquetes, situación que se comprometió aún más cuando se descubrió que la mujer acusada tenía en su poder facturas por un total de 49 encomiendas despachadas de Orán.
De ese número, se estableció que 16 fueron los paquetes detectados en el puesto El Naranjo, mientras que 22 eran las encomiendas que ya habían llegado al local, en tanto que otras 11 habían sido remitidas a otra firma en Liniers.
En tanto, se secuestraron otros 22 kilos de cocaína en Morón, bajo la misma modalidad y oculta entre mercadería de origen extranjero, por lo general indumentaria y ropa de cama, lo que llevó a la fiscal a no descartar una ampliación por el delito de encubrimiento de contrabando.
Según pudo comprobar la fiscal durante la investigación, todos los bultos tenían un mismo remitente, mientras que el destinatario variaba, aunque se pudo establecer que uno de ellos era la pareja de la mujer y otros eran la misma acusada, aunque con distintas identidades.