Túnez: la policía vuelve a reprimir nuevas protestas
La policía de Túnez disparó hoy gases lacrimógenos contra manifestantes que protestabande en la capital de ese país contra la permanenecia de hombres de confianza del recientemente derrocado ex presidente en un nuevo gobierno anunciado ayer para intentar aplacar una rebelión popular.
La capital pareció retomar hoy su ritmo normal de actividades por primera vez desde que el depuesto presidente abandonó el país, el viernes pasado, pero la calma de las primeras horas del día terminó de maner abrupta en el centro de Túnez cuando unos 200 jóvenes marcharon hacia el edificio del Ministerio del Interior.
La policía disparó gases y disperó a los manifestantes, que coreaban consignas contra el nuevo gobierno provisional y exigían la destitución de todos los ministros que ya ocupaban esos cargos en el anterior régimen del presidente Zine Ben Abidine Ben Ali.
Más temprano, el primer ministro Mohammed Gannouchi, un estrecho colaborador de Ben Ali que ocupa el cargo desde 1999, defendió su decisión de mantener a los ministros de la vieja guardia del ex presidente, que gobernó con puño de hierro durante 23 años hasta su caída y fuga a Arabia Saudita.
"Ellos tienen las manos limpias, así como gran competencia.
Ellos conservan sus cargos porque los necesitamos en esta fase", aseguró Ghannuchi en declaraciones a la emisora radial francesa Europa1.
Túnez ingresó en "una era de libertad. Dennos una oportunidad para poder poner en marcha este ambicioso programa de reformas", agregó el premier, citado por la agencia de noticias DPA.
Ghannuchi también prometió castigar a todos los responsables de la violenta actuación contra los manifestantes durante las protestas que derivaron en la caída del régimen de Ben Ali.
Según cifras oficiales difundidas ayer, 78 personas murieron y casi 100 resultaron heridas en la represión de un mes de protestas contra el alto desempleo, la corrupción y el carácter autocrático del régimen de Ben Ali.
Al anunciar el nuevo gobierno, Gannuchi prometió ayer liberar a todos los presos políticos y levantar las restricciones sobre partidos políticos y organismos de derechos humanos.
En Francia, el ministro de Defensa, Alain Juppé, admitió anoche que la antigua potencia colonial y otros muchos países no habían calibrado en toda su magnitud el nivel de desesperación entre la población tunecina respecto al régimen policial de Ben Ali.
Las protestas comenzaron el 17 de diciembre cuando un joven de 26 años con estudios pero desempleado se prendió fuego luego de que la policía confiscara las verduras que vendía en la calle.
Al parecer inspirados por este joven, cuatro hombres intentaron quemarse vivos ayer en Mauritania, Egipto y Argelia en sendas protestas contra medidas del gobierno, informaron autoridades.
Otro argelino se prendió fuego el sábado en una localidad cercana a la frontera con Túnez y murió en un hospital, informó ese mismo día un diario local, según el cual esa era la cuarta tentativa de suicido por fuego en el país desde el miércoles pasado.