En el mercado pasado, Franco Troyansky había firmado un precontrato con Talleres, pero finalmente terminó yéndose a San Lorenzo, donde fue suplente. Ahora, la directiva albiazul encabezada por Andrés Fassi había llegado a un acuerdo con Unión de Santa Fe por le préstamo y la opción para que “el Pocho” se vistiera de albiazul.

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Es más, el jugador le había dado el “sí” a Alexander Medina, el DT albiazul, quien lo esperaba la semana pasada. ¿Qué pasó? El contrato no llegó a acordarse porque tanto el jugador como su representante dilataron increíblemente la respuesta a la propuesta albiazul.

Coincidentemente, llegó una oferta de Atlas de México, que fue superior a la de Talleres y decidió cambiar de destino nuevamente, tal como sucediera hace seis meses.

Talleres entendió a Unión porque se trataría de una oferta superadora, pero no así al jugador por el compromiso que había asumido con “el Cacique”. Es tal el malestar, que algunos directivos analizaban la posibilidad de aplicar la categoría de “persona no grata”.