Ola de frío: cómo evitar dolores de espalda, huesos y articulaciones
Cuando las bajas temperaturas se meten en los huesos el organismo reacciona y comienza a molestar todo el cuerpo, presentando síntomas dolorosos.
La famosa ola de frío se da no sólo cuando baja la temperatura, sino cuando lo hace muy bruscamente. El cambio de temperatura hace que el frío nos sorprenda e impacte mas, tanto física como psicológicamente.
Cuando debemos enfrentar este cambio, el frío nos hace encoger el cuerpo, tensar los músculos y hasta tiritar. Es la reacción natural de nuestro organismo para evitarnos la sensación de frío extremo, y para cuidar nuestro cuerpo asegurándose una mejor circulación sanguínea.
Pero también pueden provocarnos calambres y contracturas, que pueden derivar en dolor de hombros, espalda o lumbalgias. En esta época, cualquier dolor corporal nos hace pensar en coronavirus, pero el frío frecuentemente nos genera estas molestias.
La ola de frío afecta también a las articulaciones, ya que el líquido sinovial, que es una especie de lubricante su vuelve más viscoso y puede ser doloroso. Aunque algunas de estas reacciones son involuntarias, podemos evitarlas si prestamos atención. Las malas posturas por contracción muscular se pueden evitar y corregir, y la sensación e frío no será mayor. A la tendencia natural de apretar el cuerpo y los músculos hay que combatirla intentando relajarnos con un poco de voluntad.
Otros consejos para evitar los dolores que provoca la ola de frio:
Ejercicio
Al restringir las actividades al aire libre por las bajas temperaturas solemos hacer una vida más sedentaria en invierno. Sumado a las restricciones por el coronavirus, que mantienen los gimnasios cerrados, mucha gente ha dejado sus rutinas de ejercicio.
Hay que buscar la manera de mantener cierta actividad física, que previene las molestias musculares del sedentarismo, aumentadas ahora por el frío.
Precalentamiento
Es importante realizar un precalentamiento antes de realizar cualquier actividad física, y una suave elongación después. Eso minimiza las posibilidades de contracturas y protege las articulaciones.
Abrigo
Es importante llevar el abrigo adecuado a la temperatura que se registra, tanto al salir de casa como en el interior. Poca ropa nos mantendrá tensos, en una mala postura durante un tiempo prolongado, lo que inevitablemente traerá dolor. Pero demasiada puede provocar sudor, que al enfriarse nos da más frío aún.e
Alimentación saludable y comida caliente
Hay que cuidar más que nunca la ingesta de calcio, vitaminas C, D3 y E, Omega 3 y colágeno que son los nutrientes que colaboran a mantener huesos y músculos sanos. Pero además las comidas e infusiones calientes elevan nuestra temperatura corporal evitando las malas posturas del frío.
Calor localizado
No es bueno estar pegado a la estufa, sino calefaccionar los ambientes de manera pareja. Pero el calor localizado en las zonas doloridas ayuda a aliviar el malestar.
Las bolsas de agua caliente o de semillas, o las almohadas eléctricas pueden mejorar el malestar en articulaciones y músculos. Además mejoran la circulación sanguínea y afloja las contracturas.