Consejos para mantener en buen estado tu bicicleta

Todos los pasos para cuidarla y extender su vida útil

Las bicicletas requieren de un cuidado para mantenerlas en óptimas condiciones y se prolongue su tiempo de vida útil. Asimismo, se evitan accidentes o daños irreversibles. Es importante que se guarde en un área libre de humedad y polvo para que los elementos que la componen no se oxiden.

1. Limpiala y secala

Es común que durante los trayectos entre en contacto con tierra, barro, césped o diferentes tipos de suciedades. Por esa razón, es imprescindible realizarle una limpieza que ayude a prevenir la acumulación de residuos.

Lavar el marco y las ruedas: rociar el marco con una manguera de baja presión para comenzar a aflojar la mugre adherida. Luego remojar una esponja suave en un balde que contenga agua con jabón y pasarla a lo largo de todos los tubos.

Después, quitar las ruedas para limpiarlas en profundidad. Así, una vez que se encuentran separadas, aplicar una solución jabonosa y usar un cepillo de dientes para remover la suciedad del buje, los radios y el aro.

Como paso final, con una toalla limpia secar cada una de las piezas que se lavaron. Además, volver a armar la bicicleta y dejarla en un lugar ventilado para que terminen de desaparecer los rastros de agua.

Lavar el manubrio, el sillín y los frenos: estas partes se pueden limpiar con agua y un detergente que tenga la característica de eliminar grandes cantidades de grasa. De esa manera, lo único que corresponde hacer es usar una esponja para distribuir el líquido limpiador y fregar de manera detallada todas las zonas. Posterior a ello, secar con una toalla limpia de buena textura.

Lavar la cadena y los piñones: en primera medida, con ayuda de una brocha se debe aplicar desengrasante en la cadena, los discos y los piñones. Adicional a ello, mover el pedal para que el líquido se extienda en todos los dientes.

El desengrasante se debe dejar actuar alrededor de 10 minutos para debilitar las suciedades más adheridas. Luego enjuagar con agua caliente y jabón para terminar de eliminar los últimos residuos, según explica el portal Mejor con salud.

2. Lubricá cuando sea necesario

Los lubricantes permiten que las partes permanezcan engrasadas y libre de grumos. Por esa razón, es imprescindible aplicar este elemento en las cadenas, de modo que el pedaleo sea cómodo, ligero y no presente sonidos extraños.

Usar lubricante en los frenos para que no se endurezcan, brinden respuesta inmediata y se pueda dominar la bicicleta con seguridad. Además, el líquido es de gran utilidad para no dejar oxidar la varilla del sillín.

Se debe rociar de manera directa en la cadena mientras se pedalea hacia atrás. De este modo, todos los dientes se engrasan. Pasar una toalla para limpiar el aceite sobrante y que no quede goteando. Los lubricantes también ayudan a prevenir que la mugre no se acumule en grandes cantidades. Siempre se tienen que colocar después de haber realizado una limpieza detallada.

3. Revisá los frenos

Siempre se deben revisar. Es importante asegurarse que conservan la potencia ideal para pararla cuando se necesite. La idea de revisar las zapatas del freno es averiguar si se encuentran en buen estado las gomas que permiten que frene. Teniendo en cuenta esto, se tiene que usar una llave mecánica para retirar los resortes y los tornillos.

Si se identifica que alguna de las gomas está agrietada, es necesario instalar unas nuevas. Para ello, acomodar los nuevos elementos en la base metálica de cada zapata, ubicarlos en la bicicleta sin que interrumpan el movimiento de la rueda y volver a ajustar

Se debe revisar que el cable no se encuentre suelto, que esté en la ubicación indicada y no presente exceso de suciedad. Además, evaluar si el cableado del freno se desliza sin problema o si es necesario aplicarle lubricante.

Por otra parte, revisar que el cable esté bien ajustado y la manilleta no llegue a hacer contacto con el timón. Lo ideal es que la bicicleta capte la señal de inmediato y pueda frenar lo más rápido posible. Si se presenta alguno de estos problemas será necesario retirar el cable, eliminar la suciedad y volver a instalar hasta que quede totalmente templado.

4. Revisá el estado de las llantas

Es fundamental revisar la cantidad de aire que poseen las llantas. Lo más recomendable es medir con un calibrador para verificar si las dos ruedas tienen el mismo nivel de presión.

Evaluar el estado de las llantas es ideal para que los neumáticos no se hundan por el peso ni se desgasten al poco tiempo de empleo. Además, analizar el estado de cada rueda es fundamental para identificar a tiempo una pinchada o una fuga de aire.

5. ¿Cuándo realizar el mantenimiento?

Si bien es cierto que se puede mantener en óptimas condiciones con el mantenimiento propio, nunca se deben descartar las asistencias al taller especializado. De acuerdo con ello, hay que visitar al mecánico por lo menos una vez cada dos meses.

Los expertos ayudan a identificar si existen fallas silenciosas o si alguna pieza necesita un ajuste adicional. Asimismo, se pueden aprender nuevos consejos para cuidar la bicicleta y extender su tiempo de vida útil.

Por último, lo primero que se debe hacer si se quiere pintar una bicicleta, es desarmarla toda para que cada parte pueda trabajarse de manera detallada. Es importante guardar los tornillos y recordar el lugar que le corresponde a cada uno.

Luego, eliminar la pintura que está en mal estado. Usar una lija fina y raspar hasta que no quede ningún rastro de vinilo viejo. Antes de aplicar las nuevas capas de color, usar un desengrasante.

Cuando todos los marcos se encuentren limpios y secos se puede empezar a aplicar la pintura con una brocha o un aerosol. Seleccionar un vinilo que sea resistente a las condiciones climáticas y aplicar varias manos de producto. Dejar secar cada una de las piezas pintadas y volver a armar la bicicleta cuando no exista ningún riesgo de dañar el trabajo realizado.