La historia de Fernanda Pereyra en bech vóley de cara a Tokio
Junto a Ana Gallay serán las representantes argentinas en los Juegos Olímpicos, cuando hace cuatro años este deporte era solamente un hobby.
La vida de Fernanda Pereyra es una película. Clasificó a los Juegos Olímpicos en Tokio y junto a Ana Gallay, serán la dupla argentina en la disciplina de beach voley. La sanjuanina le contó a DIARIO DE CUYO la previa de lo que será para ella un sueño cumplido pero a la vez impensado hasta hace cuatro años atrás, cuando practicaba vóley de playa sólo por diversión.
Con 30 años recién cumplidos, Fernanda ya se imagina lo que sucederá dentro de 20 días en Tokio, donde también competirá su hermano Federico en vóleibol. «Siempre tuve como sueño poder jugar unos Juegos Olímpicos pero hasta 4 años era algo impensado porque estaba haciendo beach voley pero sólo como un hobby. Encima poder compartirlo con mi hermano que siempre me siguió en todo este proceso es la frutilla del postre. Es una felicidad absoluta», manifestó la sanjuanina..
La familia Pereyra siempre estuvo vinculada al deporte. Los hermanos Pereyra acompañaban a su mamá Liliana que jugaba al vóley y fue así que ambos se involucraron con el deporte. «Vivíamos jugando al vóley en la canchita que nos habíamos fabricado en casa en un pasillo del patio y de red utilizábamos una que habíamos hecho con bolsas de zanahorias», comentó entre risas.
Fernanda inició su camino en la UVT en minivoley, a los 11 años emigró a Obras y a los 18 pasó a UPCN para ser entrenadora y jugar. Mientras tanto, jugaba al beach voley en las vacaciones pero en el 2017 su vida hizo un click.
Había ido a Mar del Plata a representar a San Juan en los Juegos Argentinos de playa y en la tribuna estaba Ana Gallay. La entrerriana después del partido le propuso una prueba en la Selección y Fernanda aceptó. «Estaba la chance de ir a la Selección pero me tenía que pagar todo, pasaje, alojamiento y comida. A duras penas junto a mi novio juntamos algo de plata y nos fuimos a Mardel una semana en enero del 2018.
Estuve una semana entrenando y desde ahí nunca más paré. Al mes fui a jugar Sudamericanos, en el primero conseguimos un bronce en Rosario y hasta el día de hoy nunca dejé de representar a la Selección», manifestó orgullosa.