1981, el gran año de Reutemann en la Fórmula 1

Ese año, el piloto argentino estuvo a un paso de consagrarse en la máxima categoría del automovilismo mundial.

El año más recordado de los 10 que Carlos Alberto Reutemann, fallecido este miércoles en Rosario, pasó por la Fórmula 1 es 1981. Porque seguía siendo segundo volante de la marca, pero claramente se tiró a buscar el título. En el debut en Long Beach, Lole peleó con su compañero Alan Jones aunque ya le ordenaban que se abstuviera de atacarlo: Williams hizo el 1-2 con el australiano adelante. En la segunda carrera se rompió la relación: bajo lluvia, Reutemann lideraba por un campo y recibió la orden (mediante carteles, no había comunicaciones por radio como ahora) de dejarse superar, algo que no acató. En los festejos, Jones y los mecánicos dejaron solo a Lole.

El 12 de abril, en la 3a fecha, se corrió en el Autódromo porteño con más de 100.000 espectadores, algunos de los cuales mostraban carteles saludando a Reutemann por su cumpleaños 39 ese día ("Feliz cumpleaños, desobediente"), aludiendo a su incidente en Jacarepaguá. Nelson Piquet, que también buscaba el título, ganó ese día soleado y Lole fue segundo; Jones llegó cuarto, detrás del francés Alain Prost. En el palco oficial estaba el presidente de facto Roberto Viola, los corredores recibieron coronas antes de los trofeos. Reutemann, con su habitual buzo rojo, se "escapó" del podio antes de que Piquet lo empapara con champán.

Lole dominó la primera parte del campeonato. En siete carreras, puntero, llevaba 37 unidades frente a 24 de Jones y 22 de Piquet. Pero en las segundas siete solamente obtuvo 12, contra 26 de Piquet y 13 de Jones. Más allá del ascenso del brasileño de Brabham, era nítida la falta de apoyo que recibía de Williams el argentino.

Su última victoria había sido el 17 de mayo en el circuito de Zolder, Bélgica, la cual no festejó porque el viernes anterior, en los ensayos, había impactado con su Williams a un mecánico en boxes, provocándole la muerte.

A la fecha 15a, última, en Las Vegas, Reutemann llegaba líder, un punto sobre Piquet. En Argentina la carrera se vivió como si la Selección jugara la final del Mundial de fútbol. El país fierrero añoraba ver un campeón argentino de la Máxima, como había sido Fangio en el 51 y del 54 al 57; la gente se juntó en familia frente al televisor con banderas. Se paró el país ese mediodía del 17 de octubre. Pero no fue un día peronista para quien luego incursionara en política representando al partido Justicialista.

Reutemann había logrado la pole pero con un auto dañado en su chasis tras un incidente con Piquet, que correría con fiebre. La primera controversia se dio en la elección del lugar de largada, potestad del poleman, del lado de la cuerda. Jones, segundo en la grilla, lo pasó ya en la primera curva. Lole largó mal y se retrasó hasta el quinto lugar, pero era negocio porque Piquet, el que lo podía pasar en el campeonato, iba séptimo. Ya en la vuelta 27, Piquet era quinto, adelante de Lole, que terminó octavo; Jones ganó y se retiró. Así, el brasileño salía campeón con un punto de diferencia (50 a 49) sobre el argentino.

La tapa siguiente de El Gráfico mostraba a Reutemann luego de la carrera, cargando dos bolsos pesados, todavía con el buzo rojo puesto y la frustración marcada en su rostro. "Siempre trabajaron para Jones", declaraba. En la temporada siguiente, Lole dejó la Máxima tras la segunda carrera. Al tiempo le preguntaron si estaba arrepentido. Dijo: "Cuando pienso en eso recuerdo que, cuando era chico, tenía que ir a la escuela a caballo... y de ahí llegué a ser piloto de Fórmula 1. Ese placer no me lo va a quitar nadie".