Carmen Barbieri recordó su internación por Coronavirus
La capocómica estuvo un mes en la Clínica Zabala por complicaciones en su cuadro de Covid-19 y pasó 20 días en coma farmacológico. Su hijo, Federico Bal fue su motivación para luchar contra la enfermedad.
Carmen Barbieri es una de las tantas figuras del mundo del espectáculo que la pasó mal a raíz del Covid-19. La capocómica se contagió a mediados de febrero, luego de tener un contacto estreno en un taller de cocina previo a las grabaciones de "MasterChef Celebrity" y aunque en un principio se testeó y dio negativo, a los pocos días presentó síntomas y debió ser hospitalizada, ya que forma parte del grupo de riesgo por ser asmática y mayor de 60 años.
Pasó un mes en la Clínica Zabala y su cuadro se agravó tanto que estuvo veinte días intubada y en coma farmacológico. Sus colegas, amigos y familiares coparon los medios de comunicación pidiendo cadenas de oración. Para colmo, su estado anímico no era el mejor. Venía de un 2020 complicado, no solo a nivel laboral por su carrera artística, sino que en marzo su hijo, Federico Bal, había sido diagnosticado con cáncer de colon y por la pandemia no pudo acompañarlo en su tratamiento. Además, venía de atravesar el duelo por la muerte de su madre, Ana Caputo, y de su exmarido, Santiago Bal. Sin embargo, luego de semanas intensas, pudo salir adelante y recordó su experiencia en una entrevista con "Intrusos".
"Estar en terapia intensiva es como un episodio de Netflix fuerte. Me acuerdo de muchas cosas. Fue traumático y post traumático, es difícil", reconoció la artista que participó en la segunda temporada de "MasterChef Celebrity". Y explicó: "Cuando salí no podía hablar. Luché para seguir viviendo por Fede, para no darle otro disgusto porque venía de pasar la muerte de su papá y de haberse curado de un cáncer de colon, y el médico le dijo que yo estaba en estado crítico".
Por eso, su hijo se convirtió en la principal motivación para superar sus problemas de salud: "Cuando me bajaron la sedación y yo podía escuchar, el médico me dijo: ‘Tenés que luchar por tu hijo, porque estás en terapia intensiva grave y de diez personas que pasan por lo mismo se salva una, esa sos vos’. Salí adelante por Fede, por los médicos del cielo, los terrenales y porque no era mi momento. Le agradezco a toda la gente que rezó por mí".
Además, contó que durante su internación tuvo varias alucinaciones. "Vi a mi mamá y a una mujer de manto blanco, que para mí era una Virgen. También me recibió una japonesa en una habitación plateada que me decía que era mi nueva amiga y que me tenía que amigar con la muerte. Cuando estaba saliendo adelante, un poco mejor, un día en un ventanal de la habitación apareció un colibrí y golpeó con el pico tres veces el vidrio. Eso se lo conté a Fede y me dijo que deliraba, pero cuando se acercó vio los tres puntitos marcados", relató.
Sobre su participación en el certamen de cocina, señaló que duró poco en el programa. "Entré tarde y me sacaron temprano. No me dieron la posibilidad de emparejarme con el resto de los chicos", señaló y aseguró que a pesar de que le gusta mucho cocinar, era difícil cumplir con las expectativas de Damián Betular, Donato De Santis y Germán Martitegui. "Sé que cocino bien y aunque los jueces digan que el último plato que hice fue el peor, no lo fue", sentenció.