La sociedad lleva años sufriendo una nueva adicción a la hiperconectividad a la red. Estamos enganchados a muchos dispositivos digitales en todos los ámbitos y muchas veces se genera una dependencia.

La desintoxicación digital es un descanso, una pausa y un momento para desconectarte. La duración depende del período que cada uno establezca y de la fuerza de voluntad para cumplirlo. La idea es no afectar la vida cotidiana, ni las responsabilidades y deberes, por esto se recomienda hacerlo en tiempos libres de trabajo y de estudios.

• Puede ser progresiva, empezar de a poco, con acciones como no publicar en redes sociales por unos días o comer e ir al baño sin llevar tu celular. Establecé la fecha de inicio y fin. Un fin de semana, una semana, 15 días o un mes.
• Definí el alcance, si será solo de redes sociales o te desconectarás por completo de internet, no podrás usar el celular, pero podrás usar la computadora. Vos decidís.
• Resistí y mantenete firme. En caso de que sientas que el régimen que te planteaste es demasiado estricto podés definir una hora libre en el día y que durante ese momento puedas revisar los dispositivos en caso de que haya algún mensaje, llamada o correo de importancia.
• Al no tener que estar compartiendo todo, todo el tiempo podrás enfocarte en las cosas que hacías antes, cuando no pasabas todo el tiempo “conectado” a una pantalla, y de este modo redescubrís tus prioridades.
• Aprovechá ese tiempo libre y usarlo para otra actividad, además de disminuir el estrés por no estar pendiente de si te mandaron el correo que esperabas o si tenés tantas notificaciones y mensajes sin leer.