Siete diferencias entre ansiedad y depresión
Qué tienen en común y en qué son distintos ambos trastornos
La ansiedad y la depresión son los trastornos de salud mental más prevalentes en la población, aunque son distintos en cuanto a sintomatología y naturaleza. Sin embargo, se dan de forma comórbida o conjunta en la mayoría de casos.
Así, muchas de personas con depresión también manifiestan síntomas ansiosos y los que padecen ansiedad presentan también algunos síntomas depresivos. Pero, ¿cómo diferenciamos ambos trastornos?
Grado y tipo de preocupaciones
Una de las diferencias tiene que ver con el grado de preocupaciones. Aunque en ambas puede aparecer una marcada preocupación, en la ansiedad suele estar más presente. El tipo de preocupaciones también varía. En la ansiedad son sobre todo en relación al futuro. En la depresión suelen basarse sobre todo en el pasado (“¿qué hice mal?”, “¿cómo podría haberlo hecho mejor?”). En la depresión, este tipo de preocupaciones y preguntas hacen sentirse mal consigo mismo. Aparecen sentimientos de culpa por el pasado, de inutilidad y de baja autoestima.
Causas
Aunque estas pueden ser múltiples en ambos casos, hablamos aquí de lo que se da con más frecuencia o de lo más característico en cada caso. En el caso de la ansiedad, se relacionan sobre todo con una hiperactivación fisiológica. Esta, a su vez, se produce por pensamientos catastrofistas y negativos enfocados al futuro, rumiación excesiva, preocupaciones del día a día, etc.
En la depresión, tienen relación muchas veces con eventos vitales traumáticos o con situaciones de vida complicadas, aunque también hay una base genética en muchos casos. El estrés, por ejemplo, sería una causa común en ambos trastornos.
Capacidad para disfrutar
En la depresión, sobre todo en la severa, se pierde la capacidad de disfrute por las cosas, lo que se conoce como anhedonia. En la ansiedad este síntoma no es tan frecuente, y en muchos casos directamente no aparece.
Apatía o grado de desmotivación
La pérdida de las ganas de hacer cosas es frecuente en la depresión. En cambio, en la ansiedad no es tan frecuente. Esto se relaciona mucho con la motivación, mucho más afectada en la depresión.
En la ansiedad lo que ocurre es que la persona se siente tensa y tiene síntomas fisiológicos como la presión en el pecho, la sudoración, los mareos… Pero en cuanto a apatía se refiere, no suele aparecer (la persona sí tiene iniciativa para hacer cosas).
Sentimiento preponderante: miedo o tristeza
En general, el sentimiento prevalente en la depresión es la tristeza. Sin embargo, en la ansiedad lo que prevalece es el miedo, el temor a perder el control o a que ocurra algo malo. La tristeza de la depresión es una tristeza que, en muchos casos, acaba convirtiéndose en apatía o, incluso, en incapacidad para sentir. Siente una pérdida de ilusión hacia el futuro, desesperanza, síntoma mucho menos característico en la ansiedad.
En la ansiedad, el miedo o temor acaba traduciéndose en numerosos síntomas físicos. Así, los sentimientos que nacen en uno u otro trastorno serían otra de las diferencias entre ansiedad y depresión.
Duración de los síntomas (para hablar de trastorno)
Cuando hablamos ya no de ansiedad o depresión en general, sino de los trastornos de ansiedad y de los trastornos depresivos, nos encontramos con una diferencia en cuanto a criterios de duración de los síntomas.
En general, para hablar de un trastorno de ansiedad propiamente dicho, los síntomas deben durar como mínimo seis meses. En cambio, en la depresión mayor, si los síntomas duran dos semanas, ya se puede diagnosticar un episodio depresivo mayor.
En otro tipo de trastornos depresivos, como sería el trastorno distímico, por ejemplo, los síntomas sí deben durar más. En este caso en concreto, un mínimo de dos años en adultos y de un año en niños.
Tipo de trastorno
El tipo de trastorno, su naturaleza o clasificación en los manuales de referencia también es otra de las diferencias. Así, el trastorno depresivo o depresión es del estado de ánimo, mientras que la ansiedad es un trastorno ansioso propiamente dicho.
Hay más trastornos del estado de ánimo que se incluyen como tales, más allá de la depresión, como sería el trastorno bipolar. En cuanto a los de ansiedad, encontramos múltiples de ellos: fobia social, fobia específica, trastorno de ansiedad generalizada, etc.
Estas son algunas de las diferencias. Sin embargo, encontramos algunas más en relación al tratamiento, ya que el tipo de fármacos empleados para cada caso son diferentes (antidepresivos vs. ansiolíticos). También difieren en la naturaleza de la terapia psicológica. No obstante, son diferencias muy genéricas y cada caso deberá valorarse de forma concreta por un profesional.