"El Aleph", un juego borgeano con el bandoneón como anfitrión
El bandoneonista y compositor, referente de la música contemporánea argentina y aplaudido en el mundo, lanzó su nuevo disco, el octavo de su carrera y el primero como solista, en donde el fuelle ocupa un rol protagónico y se ubica como punto de encuentro con diferentes músicas.
El bandoneonista y compositor Leandro Ragusa, referente de la música contemporánea argentina y aplaudido en el mundo, lanzó su nuevo disco, “El Aleph” -el octavo de su carrera y el primero como solista-, en donde el fuelle ocupa un rol protagónico y se ubica como punto de encuentro con diferentes músicas.
Este álbum instrumental está dividido en dos volúmenes que se caracterizan por atravesar diversos paisajes sonoros, que van de la canción francesa, a la música electroacústica y al ensamble de vientos, entre otros géneros.
“En este caso, el bandoneón ocupa el lugar de único anfitrión y, en un juego de lectura borgeano, me gusta pensar a mi querido instrumento como posible `Aleph´, lugar de todos los lugares, como punto de encuentro desde el cual poder dialogar y crear tantas músicas posibles”, explicó a Télam Ragusa.
En esta nueva aventura musical, el bandoneonista condensa más de 10 años de un trabajo de investigación y estudio; se trata de una obra inspirada en el pianista, compositor y docente Manolo Juárez (1937-2020), quien logró impulsarlo a la creación musical desde “una perspectiva inexplorada”.
Aplaudido en Nueva York, Montreal, Buenos Aires y en los principales escenarios del mundo, Ragusa vuelve al ruedo discográfico con un álbum imponente y audaz que propone un viaje musical que tiene al fuelle en un rol protagónico y dialogando con diferentes instrumentos.
“El Aleph” -nombre que remite a uno de los cuentos más representativos del escritor argentino Jorge Luis Borges-, fue grabado hacia fines de 2019 y 2020 en Buenos Aires, Montreal y Nueva York.
El disco cuenta con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes, algo que según subrayó Ragusa le dio “la oportunidad de realizar una obra sin ningún tipo de condicionamiento más que la mera presencia del bandoneón”.
“Si hubiese una palabra con la que tuviese que definir este álbum, esa sería ‘libertad’”, destacó el músico, arreglador y director de esta obra, en la que estuvo acompañado porgrandes intérpretes: Emiliano Messiez y Marina Ruiz Matta en piano; Gonzalo Braz en clarinete bajo; Nili Grieco en flauta; Mael Oudin en contrabajo y Paula Llan de Rosos en oboe, entre muchos otros.
Ragusa es cofundador del Foro de Estudios Culturales Argentinos (Centro 'feca), organización no gubernamental dedicada a la investigación y difusión del tango .
A lo largo de su extenso camino, el músico formó parte de la Orquesta Juan D’Arienzo, dirigida por Carlos Lazzari; de la Orquesta Típica de Rodolfo Mederos, de la Orquesta Escuela de Tango, dirigida por Emilio Balcarce; y del Cuarteto de Bandoneones dirigido por Néstor Marconi.
También se desempeña como compositor de distintos ensambles como Quinteto de Academia (Buenos Aires), Colectivo Tangente (Nueva York), Neòns Quatour (Montreal) Durante junio de 2021 participó del espectáculo “Tango Gothan” en el teatro Thalía de Nueva York y grabó el disco “El Charrúa” en homenaje a Raúl Jaurena en Bacqué Studios (New Jersey).
En ese juego que abre “El Aleph” también hay lugar para un tríptico dedicado al reconocido cineasta y músico estadounidense David Lynch -director de filmes como “El hombre elefante”, "Terciopelo azul" y “Carretera perdida”- cuyo universo onírico está presente en la identidad musical de Ragusa y en este trabajo en particular.
“A David Lynch le dediqué en este disco un tríptico formado por las composiciones: ‘El Pez Dorado’, ‘La Habitación roja’ y ‘Cabeza borradora’, piezas bañadas del espíritu de ese admirado autor”.
“Tanto Manolo Juárez como David Lynch han aparecido en mi vida en momentos cruciales; la presencia de ellos dejó marcas que me acompañaran por siempre –contó-. Esas marcas, naturalmente, van a estar en toda expresión artística en la cual me embarque. Manolo logró impulsarme a la creación musical desde una perspectiva inexplorada por mí”.
Ragusa destacó que si bien a “El Aleph” lo siente como un gran paso en su carrera donde pudo plasmar sus ideas musicales con total libertad, el hecho de concebir un álbum solista o en conjunto siempre lo llena de una profunda felicidad.