Si te cuesta mantener ordenado tu armario o vestidor, poné manos a la obra con la ayuda de estos cinco consejos.

1.Reorganización

Sacá todo del armario, limpiá y seleccioná lo que vas a necesitar realmente. Te darás cuenta que hay ciertas prendas que hace mucho que no usás y que podés retirar para ganar espacio. A partir de ahí, separá por grupos: camisas de manga corta o larga, lisas o estampadas, pantalones informales o de vestir, etc. Cuantas más divisiones hagas, te será más fácil de guardar, encontrar y mantener en orden.

A veces es preciso realizar una reorganización interna. El hecho dedicar un tiempo a este proceso puede ser de gran utilidad. Merece la pena echar un vistazo a todo lo que hay, comprobar el espacio, estudiar las posibilidades que ofrece y, finalmente, pasar al siguiente paso.

2. Distribución

Para organizar el armario, es importante que realices una distribución eficaz. Dejá las prendas y los accesorios que más uses a tu alcance. Si vas a poner varias barras para colgar ropa corta, colocá en la superior las camisas y chaquetas; y, en la inferior, los pantalones y polleras. Usá perchas iguales y guardá por colores, del más claro al más oscuro.

Doblá la ropa para ahorrar espacio y tener todo bien distribuido. Lo podés hacer de forma vertical, poniendo una prenda al lado de otra. Si lo hacés en horizontal, que la distancia entre las baldas no sea superior a 30 cm, será más fácil de agarrar.

3. Planificación

La clave del orden es aprovechar al máximo el espacio. Las barras son básicas. Si están en la parte superior, que sean basculantes, así agarrarás la ropa sin esfuerzo. Otro accesorio indispensable es el pantalonero, compuesto por barras extraíbles que facilitan la colocación y la elección de estas prendas. También podés colocar estantes y un zapatero que te permita realizar una rápida elección.

4. Todo a medida

La ropa larga y corta necesita su sitio en el armario. Por eso, destiná 170 cm y 110 cm respectivamente. Intentá que las prendas estén bien posicionadas y abrochá algún botón para que no se caigan o arruguen. Destiná la parte superior a todo lo que esté fuera de temporada o que no uses.

Aprovechá los huecos para poner cajas para organizar distintos complementos y destiná un estante a las carteras, de tal manera que las rígidas mételos en bolsas con papeles dentro para que no se deformen. En cuanto a los canastos de rejilla son útiles para ordenar y localizar todo rápido.

5. Organización de complementos

Los cajones con separadores, fijos o móviles y con frente de cristal, son perfectos. Podés guardar la ropa interior, las medias en vertical y los cinturones enrollados. Las corbatas pueden situarse en perchas multiusos.