Despacio y tranquilo, como quien va sin prisa pero sin pausa, el PSG demolió al débil Clermont y le propinó una goleada para escaparse en la cima y revalidar la enorme disparidad que hay en el fútbol francés. Sin varias de sus figuras, como Messi, Neymar, Paredes y Di María, quienes tuvieron acción por Eliminatorias el pasado jueves, el equipo de Pochettino sacó a relucir su mejor versión y se impuso con comodidad, dominando el trámite de principio a fin.

Con un doblete de Ander Herrera en el primer tiempo y dos más en el complemento a través de Mbappé y Gueyé respectivamente, el conjunto parisino se llevó un partido que jugó como si supiera que iba a ganarlo, a pesar de algún que otro chispazo de un rival que acaba de ascender y que pudo preocupar al debutante Donnarumma.

La diferencia entre uno que aspira a sostener la categoría y otro que prácticamente tiene la obligación de ganar absolutamente todo, quedó expuesta desde el pitazo inicial hasta el final. Y sí, en Francia nadie puede con el equipo de las estrellas, que aun con suplentes pudo estirar a cinco su racha de triunfos al hilo, para sostener así su puntaje ideal y su liderazgo en soledad, cada vez más lejos del resto.

 Justo en la previa del debut por la Champions League, máxima aspiración de Leo y compañía, el 30 fue testigo desde la tribuna de la función que sus compañeros supieron dar para triturar poco a poco al Clermont, y también pudo apreciar cómo el DT argentino se dio el gusto de tirar a la cancha a Mauro Icardi para que sume un poco más de 15 minutos después de la lesión en el hombro que lo bajó de la Selección.

La fiesta en París estuvo tan completa que hasta hubo aplausos y reconocimiento para Mbappé, quien mantuvo su nivel a pesar del clima tenso que se vive por sus nulas intenciones de renovar su vínculo que vence a finales de esta temporada.

Con el estreno por Champions ante Brujas a la vuelta de la esquina, el Paris Saint Germain siguió con su desfile y sus festejos, a sabiendas de que el gran objetivo está por comenzar. Así, regulando cargas y rotando a sus futbolistas, Pochettino apuesta por todos los frentes con la necesidad de agrandar la grieta que lo separa del resto de los clubes franceses. Y esta vez, su víctima fue el pobre Clermont, que nada pudo hacer.