El pasado 15 de septiembre personal del IMUSA y la Secretaria de Control y Convivencia Ciudadana junto a la AIC desalojaron un criadero clandestino que funcionaba en la parte trasera de una vivienda de barrio Yapeyú. 

En el lugar había más de 80 animales, entre ellos una gran cantidad de perros y gatos, muchos de raza.  

Los animales fueron trasladados y alojados en un sector de la Policía Comunitaria y se mantendrán ahí para su resguardo. En tanto, el IMUSA asiste con la atención y los cuidados que los mismos requieran.

La Secretaría de Control y Convivencia labró el acta de infracción respectiva a la propietaria del lugar.

No obstante,  Natalia Pallavicini, presidenta del Instituto de Derecho Animal del Colegio de Abogados señaló por LT10 que para la Justicia las ideas que circulan y se expresan es que los animales son "cosas" y deben ser restituidos a sus "dueños. Por tanto, cabe la posibilidad que los animales vuelvan al lugar donde funcionaba el criadero ya que la ley no los protege.

Es por eso que Pallavicini representa a la Protectora de Animales que busca ser querellante en la causa para evitar que los perros y gatos rescatados vuelvan al lugar y lograr que puedan ser dados en adopción. 

Por el momento, están a cargo del IMUSA que les brinda cuidados sanitarios, comida y un lugar de tránsito.