Ante los hechos relacionados con la comercialización del trigo y que son de dominio publico, como CONINAGRO repetimos una vez mas ante nuestros representados, ante la opinión publica y ante las autoridades, que como integrantes de la cadena de valor que gira alrededor de este emblemático cereal, no debemos caer en el error de convertir el necesario debate sobre los problemas que nos preocupan, en una verdadera caza de brujas, esta actitud nos perjudica prácticamente a todos beneficiando solamente a un pequeño y selecto grupo.

No descreemos de la necesaria intervención del estado cuando este es el fiel guardián que garantiza la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos de la nación. Pero nos preocupa profundamente la acción de un estado que a la luz de los resultados evidenciados en las cuatro últimas cosechas actuó, y sigue actuando, precisamente en la dirección contraria.

Revisar el actual esquema es una necesidad imperiosa, debemos hacerlo con la premura que las circunstancias exigen, despojados de todo prejuicio y con la mira puesta en el bien común. Todos los integrantes de esta cadena son importantes y deben ser consultados y escuchados, pero no debemos perder de vista que si los productores no hubiesen sembrado hoy no tendríamos de que hablar.

Como integrantes activos del sistema cooperativo creemos conveniente recordar que este esquema socioeconómico nacido hace casi dos siglos para morigerar los estragos de un capitalismo salvaje esta basado en principios muy simples; ayuda mutua y esfuerzo propio; un hombre un voto, independientemente del capital que posea; libertad para entrar y libertad para salir.

Nunca abandonaremos estos principios que garantizan equidad, transparencia y la dignidad que de ellas derivan.