El home office en muchos casos llegó para quedarse o al menos intercalarse con el trabajo presencial. Pero para rendir mejor y no estresarte, hay una serie de errores que es mejor no cometer.

Empezar a trabajar a media mañana

Nos levantamos tarde y empezamos a deshoras, sobre las 12h del mediodía. Esto es un gran error, porque seguramente tus compañeros ya habrán empezado hace tiempo, tendrás mails acumulados y la jornada se va a alargar demasiado.

Teletrabajar en medio del comedor

A veces no hay más espacio, y no todo el mundo tiene un despacho para poder desconectar en su hogar. Pero debemos evitar ponernos a trabajar en medio del comedor, porque allí hay muchas distracciones. Seguramente comemos, los niños juegan, estaála televisión… y es imposible concentrarse.

Sin planning ni organización

Es necesaria una mínima previsión y organización. Un planning nos ayuda a saber qué debemos hacer cada día, a organizar el tiempo y a saber priorizar tareas.

No fijarse un horario estricto para trabajar

Uno de los errores es no establecer un horario para ello. Es importante fijarse unas horas determinadas y cumplirlas. De lo contrario, estaremos todo el día mirando la computadora y el celular para ver si debemos seguir con las tareas y no haremos otra cosa durante el día. Trabajar, si podemos, está bien porque también ayuda a distraernos de todo lo que está pasando, pero es imprescindible desconectar y hacer otras cosas.

No parar y ni hacer descansos

Aunque nos hayamos fijado unas horas para trabajar, otra de las cosas prioritarias es hacer algunos descansos. No para atacar la heladera pero sí para estirarnos, hacer algunos ejercicios con las piernas, cambiar de habitación, salir al balcón, respirar y luego seguir.