Brussino fue la desgracia de Olímpico: 17 en el último cuarto

Juani la rompió y anotó 20 de los últimos 35 puntos de Quimsa, dando vuelta el clásico santiagueño. La Fusión ganó 80-73 y conserva sus chances de Final 8. El viernes, ante Riachuelo, se juega el boleto.

La Fusión no tenía muchas opciones hoy: necesitaba ganar, de lo contrario se quedaba sin chances de entrar al Final 8. Y si bien no puede relajarse porque aún deberá ganarle a Riachuelo en el cierre de esta fase, lo importante es que la clasificación ya no está sujeto a resultados ajenos. Ahora, con récord de 5-3, está en la misma línea de posibilidades de Olímpico y Riachuelo. Tanto en la jornada del miércoles como la del viernes, estos tres equipos tendrán una cruel batalla por un lugar en los playoffs. Hoy, Quimsa dio ese pasito que necesitaba, ganar el clásico santiagueño, ese que tanto condimiento y folclore tiene, pero por sobre todas las cosas marcar presencia en su lucha rumbo al F8. Fue 80-73, en uno de los partidos más memorables hasta ahora.

Dicho esto, hay que hacer un (largo) párrafo aparte para la gran figura de esta noche. Hablamos de Juani Brussino, tan picante como polifuncional, incisivo desde el pick and roll, anotador, dinámico, con cambios de ritmos excelentes y de esos bases que crean opciones para sus compañeros pero que también se fabrican sus propias jugadas. Pero esta versión subió un peldaño más, porque se puso el traje de superhéroe y alcanzó el God Level. Como si hubiese estado en piloto automático y, de un momento a otro, pasó a tomar el mando total. En un ratito despachó 20 puntos, levantando de su letargo a un equipo que lo perdía por 10 unidades entrando al periodo final.

Brussino no fue uno de los tantos motivos de la furiosa reacción de Quimsa, sino que definitivamente fue EL motivo de la reacción de Quimsa. Completó los 20 tantos (4/6 en triples) con 3 rebotes, 5 asistencias y 23 de valoración. Juani estaba con la planilla en cero hasta que convirtió ese primer triple restando 13 segundos del final del tercer cuarto... Desde ahí fue todo un espectáculo, un cuento perfecto, porque de los últimos 35 puntos que Quimsa logró en el partido 20 fueron del base cañadense. Sublime.

Está claro que Juani fue el gran foco de la velada, aunque la primera media hora de partido hubo todo un Quimsa que ayudó a sostener el juego dentro de un trámite absolutamente cambiante. Por eso, sin dudas que el siempre gravitante Eric Anderson (13 puntos y 9 rebotes), la labor de obrero de Acevedo (12 y 6) o la calidad anotadora del Chuzito González (18 unidades) también son aspectos a destacar en el cuadro de Seba González. Mismo para Baralle, revulsivo desde sus conocidos arrastres (11 puntos) para tirar del carro. Quimsa tiene muchos y grandes argumentos, independientemente de que Brussino se haya llevado todos los flashes.

Yendo al trámite puntual del partido, en las primeras instancias del juego Quimsa se apoyó en los rompimientos de Chuzito. Olímpico supo contestar rápido con un triple de De la Fuente, y aunque Anderson comenzó a jugar dentro de la pintura para adelantar al local 12 a 8, los bandeños reaccionaron en el cierre del cuarto inicial con un parcial de 7 a 0 apoyado en sus buenas defensas y en Arese como destacado. Los de Leo Gutiérrez lo dieron vuelta para poner el marcador 15-12 a su favor. Durante el segundo episodio, ambos elencos siguieron con baja efectividad. Sólo algunos puntos aislados movían el tanteador, 17-16 arriba Olímpico en cinco minutos. De la Fuente siguió desequilibrante de media y larga distancia anotando ocho en el cuarto, la Fusión encontró en Chuzito un par de triples para cerrar la primera etapa arriba 30-29.

Tras el descanso largo, los bandeños tuvieron a un Clark dominando el juego (cuatro triples) sumado a un buen pasaje defensivo y un triple sobre la chicharra de Ortiz. De esta forma, los dirigidos por Leo G se adueñaron del tanteador 57-48 a falta de diez minutos frente a un Quimsa descolocado. Pero triples de Baralle, Acevedo y Brussino (2) dieron vuelta el resultado para la algarabía del público que llenó todas las butacas permitidas. Se empezó a tejer un partido mucho más estratégico, y con seis minutos por jugar Quimsa había logrado pasar al frente por 62-61 amparado en una racha de 14 a 4. Durante los minutos finales Brussino tomó el control y con un equipo con más carácter y decisión manejo el duelo para adueñarse una vez más del clásico por 80-73.