La habilitación de boliches y fiestas privadas benefició a varios sectores comerciales que estuvieron con muy pocas ventas durante la pandemia. Este fue el caso de las casas de cotillón y de venta de disfraces quienes cambiaron la postal de la ciudad, con largas colas de jóvenes que buscaban un disfraz.

El móvil de LT10 se acercó a un local de venta de disfraces y pudo hablar con María, una de las encargadas que explicó que “es una como una excusa que ponemos todos. Después de tanto tiempo los jóvenes buscan divertirse y bueno, este fin de semana coincide con que es noche de brujas y se que hay varias fiestas privadas y varios boliches que acondicionaron todo para una noche de brujas” esto también explica la cantidad de gente que buscaba estos productos y agregó que “muchas gente que buscaba sus disfraces bien producidos entonces empezaron a a principio de semana pero exploto todo ayer y hoy”.

Sobre la situación del sector, la encargada del comerció explicó que “está difícil la situación, que no se consigue nada de mecaderia porque hay muchos artículos que son importados y con un año y medio sin trabajar, los proveedores mutaron para otro sector”

Entre los trajes mas elegidos se encuentran los ángeles, los dioses griegos, mucamas, enfermeros y policías. También reconoció que las mujeres buscan trajes muchos mas producidos y que van con alguna idea concreta mientras que los hombres ven e improvisan con lo que hay en el local pero aseguró que “Todos se van con algo para disfrazarse

¿Que es Halloween?

En todo el mudo se celebra el 31 de octubre y se celebra la víspera del día de todos los santos, una celebración católica decretada para el 1 de noviembre por el Papa Gregorio III en el siglo VIII, celebra a los mártires y los santos no canonizados que según la tradición católica pueblan el paraíso.

Muchos países conocen este día como “Noche de brujas”, es una fiesta popularizada en los Estados Unidos pero que llegó al país del norte por los inmigrantes católicos, en su mayoría, irlandeses.

Audio: Escuchá el Móvil de Rubén Bellato con María, encargada del local de disfraces