Control cambiario sobre empresas estabilizar la cotización del dólar
Moreno presiona a compañías para evitar que demanden dólares para abonar sus compras. También pesificó las transacciones en el mercado siderúrgico
Aunque la competitividad del peso es una de las claves del modelo kirchnerista y las ingentes reservas del Banco Central le aportan tranquilidad cambiaria, el Gobierno redobló en los últimos días su apuesta para tener el máximo control posible sobre la evolución del dólar en el año electoral.
Una vez más, el máximo responsable de llevar a cabo esa política fue el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. El funcionario presiona cada vez con más fuerza a grandes empresas para que realicen las operaciones de importación –y en algunos casos en el mercado interno– en moneda local en lugar de dólares.
De esa manera espera asegurar un dólar quieto, aunque controlado. La divisa estadounidense trepó entre el 25 de enero y el 2 de febrero de $ 3,99 a $ 4,02 en el mercado mayorista, de acuerdo con números del Banco Central, y de $ 4,01 a $ 4,04 en su versión minorista.
En medio del reclamo para que redujeran importaciones de todo tipo y origen, Moreno se comunicó en las últimas dos semanas con grandes empresas de retail y fabricantes de productos industriales para reclamarles que, en los casos en que esté disponible la posibilidad, paguen en pesos las importaciones desde Brasil.
Así, una empresa del país vecino puede facturar en reales pero el importador local pagarle en pesos. Los bancos centrales de ambos países hacen el clearing todos los días y permiten esquivar al dólar, aunque sigue vigente la opción de utilizar dólares en caso de que las empresas lo prefieran.
“El sistema era optativo, pero desde el Gobierno comenzaron los reclamos para virar hacia la moneda local el año pasado. Este año se reforzaron las presiones en esa línea”, explicó un importador que prefirió la reserva de su nombre. Y explicó que Brasil, en cambio, aún paga la mayoría de las exportaciones argentinas en dólares.
Aunque los u$s 52.438 millones de reservas que acumuló hasta ayer el Banco Central otorgan un virtual blindaje cambiario al Gobierno, la iniciativa apunta a controlar de cerca el dólar, sin comprometer esos fondos.
Entre las grandes cadenas de supermercados –las líderes son Carrefour, Walmart, Coto y Jumbo, entre otros– ratificaron la versión sobre las presiones para evitar demandar dólares. Allegados a una de esas firmas confirmaron que en reuniones que se hicieron a fines del año pasado y principios de éste Moreno estipuló, sin documentos mediante, cuáles serían las reglas del comercio con Brasil: “se puede traer todo siempre que no compita con la producción local y se pague en pesos”, resumió.
La intención de Moreno no es antojadiza. Brasil es el principal socio comercial de la Argentina, que el año pasado importó de esas tierras mercaderías por u$s 18.522 millones, con un incremento de 45% respecto a 2009. Eso derivó en que el déficit comercial creciera 172%, hasta los u$s 4.095 millones.
El titular de Comercio Interior también abrió un frente interno para combatir la escalada del dólar. En el marco de la pelea con Techint por el precio del acero, lanzó el 1º de febrero la resolución 14. El primer artículo, que tuvo mayor difusión, ordena retrotraer los precios de los productos siderúrgicos al 21 de enero. Pero el segundo establece que “la comercialización de los productos alcanzados por la presente deberán ser facturados en moneda nacional.
El texto apunta a pesificar todas las operaciones locales de Ternium Siderar, la única productora de acero para autos y electrodomésticos del país y una de las empresas de mayor facturación.