Este viernes 19 de noviembre se estrenará en la Sala 3068 (San Martín 3068) la obra teatral "elhiloazul". Se trata de una pieza dramática que fue escrita por Edgardo Dib, cuenta con la dirección de su autor y la asistencia de dirección de Rubén Von Der Thüsen.   

Los actores que la protagonizan son María Rosa Pfeiffer, Raúl Kreig, José Pablo Viso, Alejandrina Echarte, Luchi Gaido y Vanina Monasterolo. 

“elhiloazul”es la historia de una “epopeya” familiar. Una familia vive en un campo, alejados de la ciudad. Un trigal – que ha pasado de generación en generación – les pertenece. O, quizás, la familia pertenece a ese trigal. Un campo amarillo que es testigo, dador de vida y trampa a la vez. Mientras tanto, la familia delicadamente unida por un hilo de amor, de frustraciones, de pérdidas, de esperanzas, partidas y regresos. En fin, una familia. Este derrotero de vínculos amorosos recorre desde los años ’70 hasta el 2010. Un hilo de comunicaciones telefónicas va contando secretos, encuentros y distancias. Una abuela, continente de amor. Un padre, árida existencia. Una madre, dolor por un pasado incompleto. Un hijo, lejos y lejano. Una hija, inocencia eterna. Una muchacha, solitario deseo. Entretejidos, anudados, enlazados, enredados por un hilo de azul vida.

Escrito en 2020, en plena pandemia, “elhiloazul” se fue construyendo en su dramaturgia muy lentamente. Como un abrazo reparador ante tanta desolación e incertidumbre. Atravesado siempre por las ansias del regreso a escena. Fue escrito sin un elenco en la cabeza. Sólo dramaturgia. Finalmente, con un elenco elegido empezó a tomar corporeidad y sentido dramático. Con un proceso que entraba y salía de la virtualidad a la presencialidad – según los tiempos pandémicos – finalmente llegamos al puerto de la escena. Por eso, por sobre todo, “elhiloazul” se trata de la celebración del regreso. Más que nunca, esta vez, el teatro vuelve a recuperar su lugar sagrado y los actores, oficiantes de la ceremonia teatral. Por esto, desde la puesta en escena se impuso una austeridad absoluta donde actrices y actores son los verdaderos constituyentes del hecho teatral. Sin actores y actrices, sin público no hay teatro. Celebramos entonces esta vuelta como un tributo a los oficiantes de la escena.

“elhiloazul” es un cuento de emociones, de imágenes internas, de sensibilidades cotidianas y también, con alguna pincelada de realismo mágico. Conmover y conmovernos con nuestra frágil humanidad y así, sanar.