Para los privados, la suba de los alimentos en enero fue 10 veces mayor a la del Indec

Advierten que las alzas en los alimentos están desbocadas y presionan sobre la inflación general. El Gobierno quiere ampliar el modelo aplicado en el Mercado Central.

El dato de inflación de enero de 2007 fue el que desató la sospecha, luego confirmada, de que las estadísticas de precios del Indec estaban manipuladas. Desde entonces hasta la divulgación del índice del viernes pasado (inflación de enero de 2011) pasaron cuatro años y nunca se había registrado una disparidad tan amplia entre los cálculos de las consultoras privadas y los números del cuestionado Indec.

Según el organismo públicos, los alimentos aumentaron apenas 0,2% el mes pasado. En cambio, para los privados las subas se ubicaron entre 1,7% y 2,6%, con un promedio en torno al 2%. Es decir que la estimación de las consultoras revela un aumento de los alimentos 10 veces mayor al dato oficial.

Para algunos esta dispersión entre la medición de precios anticipa lo que podría venir en el año electoral: un mayor esfuerzo del Gobierno por “disimular” los aumentos de los bienes y servicios más sensibles en la canasta de consumo de la población.

Los números en este sentido son elocuentes. El Indec informó el viernes que los alimentos aumentaron 0,2%, al igual que la canasta básica alimentaria (CBA), que mide la línea de indigencia.

Del otro lado, la liga de consumidores Adelco relevó un alza de los comestibles del 4,8%, mientras que entre las consultoras el Estudio Bein estimó una suba del 2,6% mensual, la consultora Finsoport y el estudio Gabriel Rubinstein & Asociados 1,8% cada uno, y la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) 1,7%. El promedio de aumento de los alimentos entre las consultoras arroja una variación positiva del 2%.

Semejantes disparidades entre cálculos oficiales y privados se produjeron justo en la semana en que la secretaría de Comercio Interior, a cargo de Guillermo Moreno, envió una carta a las consultoras intimándolas a informar cómo estiman los índices de precios.

Pero las diferencias son más marcadas si se desagregan las causas de los incrementos en los alimentos durante enero. El eje principal pasa por la variación de la carne. Mientras para el Indec este comestible –clave en la dieta de los argentinos– bajó de precio 1,6% durante enero, para las consultoras recuperó buena parte de lo que había perdido en los dos meses previos.

Los precios de la carne que en diciembre habían retrocedido parcialmente, luego de haberse casi duplicado a lo largo de 2010, volvieron a aumentar 2,2% en promedio durante enero, con subas mayores en las carnes rojas, puntualizó el Estudio Bein en un informe difundido la semana pasada.

No menos importante,para el Indec las frutas bajaron 0,3% y las verduras subieron solo 1% durante el primer mes del año. Pero según la consultora Finsoport “el aumento en el rubro alimentos y bebidas resultó primordialmente de los incrementos en los precios de verduras (24,5% mensual y generalizados), de frutas (12,1%, también generalizados) y de bebidas alcohólicas (7,8%, liderados por las cervezas)”. Finsoport, la consultora que dirige el economista Jorge Todesca, agregó que “en los dos primeros casos, si bien operaron factores estacionales, resultaron llamativas las magnitudes, que revelarían que las subas también radicaron en la recomposición de los márgenes de los productores e intermediarios.

El Indec informó el viernes que la inflación de enero fue del 0,7%. Los privados había estimado un alza en torno al 2%.

En este contexto, el viernes la presidenta Cristina Fernández de Kirchner abogó para que la ciudadanía busque buenos precios” en los bienes que consume, a fin de contener lo que en otras oportunidades consideró como una gran dispersión y distorsión en los valores de los productos.

La jefa del Estado manifestó que la gente sabe que tiene que buscar buenos precios, hay que hacer el esfuerzo, durante un acto el viernes cuando presentó una canasta escolar a precios populares, tras un acuerdo con fabricantes y comerciantes de artículos de librería.
La Presidenta destacó el “esfuerzo de las distintas partes de la cadena de valor” para lograr esos precios diferenciados e insistió en que “la gente sigue buscando buenos precios.

Ante la escalda de la inflación en el primer mes del año impulsada principalmente por los alimentos el Gobierno activó en los últimos días la estrategia de instaurar precios testigos o de referencia, como es el caso del programa Milanesas para todos (ver pág. 3). La intención es extender la experiencia piloto del Mercado Central (donde se comercializan alimentos a un costo menor que el promedio) al resto del país.

En tanto, febrero comenzó algo más calmo en lo que se refiere a aumentos de los alimentos, pero con incrementos de servicios que amenazan sobre todo con un alza en la canasta de consumo de la clase media. Son varios los bienes y servicios habitualmente consumidos por este segmento de la población que arrancaron el mes con marcadas subas. Entre ellos, las tarifas de los teléfonos celulares y los abonos de algunos operadores de televisión por cable, como así también el precio de naftas y cigarrillos.