Se festejó el día del liso santafesino en un bar del casco histórico
La capital provincial rindió homenaje a este modo típico de beber cerveza, declarado patrimonio cultural inmaterial de la ciudad.
Este viernes 10 de diciembre, Santa Fe celebra a uno de sus símbolos máximos: el liso. Para festejar cerveceros, dueños de bares, funcionarios y público en genera se juntaron en el Sur de la ciudad en un tradicional restó en Plaza de Mayo a compartir de tradicional cerveza.
La propuesta fue organizada por Beer Fest Group y contó con el apoyo de la Municipalidad de Santa Fe y del Honorable Concejo Municipal. La iniciativa busca rendir homenaje al modo tradicional y singular en que Santa Fe disfruta de la cerveza, popularizada por Otto Schneider.
Desde 2014, por iniciativa de la concejala Adriana Molina, se conmemora el segundo viernes de diciembre el Día del liso santafesino, al haber sido declarado como patrimonio cultural inmaterial de la ciudad. De esta manera, fue la primera vez que el Concejo santafesino sancionó a una tradición, en consonancia con lo establecido por la Convención de la Unesco.
Origen del liso
A principios del siglo XX, la ciudad de Santa Fe se convirtió en un polo de producción cervecera por una conjunción de factores geográficos e históricos que hicieron que dos cervecerías se instalaran y desarrollaran en la ciudad, como Santa Fe y Schneider.
Otto Schneider llegó a la ciudad en 1911 y luego de trabajar varios años como maestro cervecero en la Cervecería Santa Fe -anteriormente en Bieckert y San Carlos-, en 1931 fundó su propia cervecería para hacer realidad su sueño. Es allí donde desplegó no solo su tradicional receta, sino su propio modelo de producción y forma de servir la cerveza, dando origen al liso. Si bien se tomaba desde un principio en jarras, fue Otto Shneider el que popularizó hacerlo en vaso de vidrio liso, sin textura, para sentir su temperatura y apreciar su color y pureza, eligiendo un vaso sin talla de 250 cm3 y servido con dos dedos de espuma. La gente lo adoptó inmediatamente y lo popularizó, y muy pronto llegaron desde otras provincias para probar el liso santafesino.