Cinco consejos para evitar las contracturas
Te dejamos algunas formas de prevenir las molestias en hombros y espalda.
El dolor de cervicales, hombros y espalda nos recuerdan que debemos cuidarnos mejor. Las malas posturas en el sofá o delante de la computadora, no relajar adecuada y habitualmente los músculos y cargar con demasiado peso, hacen que la musculatura se tensione formándose las contracturas. Estos son algunos consejos para prevenirlas:
1. Al hacer las compras repartí el peso en diferentes bolsas
De manera que, al cargarlas, el peso quede equilibrado a cada lado y podamos mantener la columna recta y no levantar un hombro más que otro. Si llevás un carrito, es mejor empujarlo con las dos manos que tirar de él con una sola.
2. Hacé pausas al usar pantallas
Pasamos muchas horas delante de una pantalla, ya sea de la computadora, tablet, móvil o televisión. Ello nos hace mantener la cabeza en una postura antinatural: en tablets y celulares solemos bajar la cabeza y con las pantallas de la computadora acostumbramos a adelantarla respecto al eje de la columna. Hay que pensar que, aproximadamente, la cabeza representa el 9% del peso total del cuerpo con lo que, si no adoptamos una buena postura, los músculos del cuello, hombros y espalda se irán tensionando cada vez más. Por ello, es recomendable hacer pausas y enderezar los hombros para descargar tensiones.
3. Evitá las posturas forzadas
Todo trabajo que se realice con los brazos requiere hacer fuerza con los músculos de la espalda. Si, además, implica una postura forzada habrá más probabilidad de que aparezcan contracturas. Lo mejor es hacer pausas en el trabajo que permitan relajar los músculos.
4. Al dormir usá almohada
Mantener una buena postura, ya sea en la cama o una siesta sentados en el sofá, es imprescindible para evitar molestias en las cervicales y espalda. El uso de una almohada o un almohadoncito adecuado, que permita descansar bien la cabeza, hará que los músculos del cuello y la espalda estén relajados.
5. A la hora de leer
Cuando leemos solemos bajar la cabeza forzando la posición natural de las cervicales durante mucho rato. Esto hace que tensionemos la musculatura del cuello y espalda. Hay que tener en cuenta que el esfuerzo que hagamos con los brazos para sostener el libro hará que nos tensionemos aún más. Si vamos a estar un buen rato leyendo, lo mejor será usar un atril o, en su defecto, colocar un almohadón sobre las piernas que permita descansar en él el libro y elevarlo un poco.
En definitiva, evitar movimientos repetitivos, adoptar una buena higiene postural y hacer ejercicio para fortalecer la musculatura es la mejor prevención.