A lo largo de la temporada, Colón de San Justo fue creciendo y tuvo jugadoras que rindieron en todos los juegos. Atravesó una etapa de estabilidad encadenando rendimientos aceptables.

El “conquistador” llegó con la traza de ser un equipo ganador que moldeó Débora Baroni, su entrenadora. Con madurez para resistir, hizo sentir la solidez y experiencia de sus individualidades y la identidad de juego colectivo que forjó partido a partido.

Dolores Ávalos, se constituyó en una pieza clave del equipo. La delantera se refirió al campeonato que obtuvieron en su temporada debut en el segundo estamento del torneo Oficial. “El camino fue largo, más de lo normal, por todo lo que pasó con la pandemia. El trabajo igualmente fue duro, sabíamos que nos estábamos preparando para enfrentar algo nuevo, distinto, algo desconocido para nosotras. Pero somos un grupo que aspira siempre a más, nos gustan los desafíos y la competencia. Así y todo, no nos privó de intentar pelar en lo más alto y buscar siempre mejorar como grupo”.

La atacante analizó la competencia que lo tuvo al “conquistador” como protagonista en todo momento. “Fue un lindo torneo, con resultados para todos los gustos. Todos los partidos fueron diferentes y nunca podías dar nada por hecho porque cualquier cosa podía pasar. Fuimos un equipo que comenzó el torneo con un plantel y lo terminó con otro totalmente diferente. Hubo bajas importantes pero salimos adelante y encontramos el respaldo en muchas chicas jóvenes que supieron aprovechar el lugar que se ganaron”.

Objetivos de superación

“Dolo” destacó el espíritu ambicioso del plantel “rojiblanco”. “Uno cuando va a enfrentar un nuevo desafío, va con expectativas y con ilusión. A este equipo le sobran ganas de ir por todo, nunca subestimamos y siempre fuimos conscientes de que si lo queríamos, con perseverancia y esfuerzo se podía lograr. Que podíamos llegar donde nosotras quisiéramos llegar. Y fuimos justas merecedoras del título”.

Además, analizó el rendimiento de Colón a medida que avanzó el certamen. “El funcionamiento del equipo en general fue bueno, de menor a mayor como suele darse siempre, intentando mejorar en el día a día y apostando a más. Tenemos muchas edades en el equipo, de 16 a 30 años. Logramos crear un hermoso vínculo y nos apoyamos mutuamente para que las cosas fluyan de manera espontánea y las cosas salgan”.

La delantera recalcó se formó la gran comunión como equipo que hay en Colón de San Justo. “Como objetivo grupal, el compromiso y la entrega no se negocian. Aprendimos de cada tropiezo y salimos adelante. El año fue largo, complicado, pero siempre el equipo estuvo por encima de todo. Tenemos la suerte de tener un hermoso grupo de amigas que así todo se hace más fácil”.

“Dolo” se tuvo mucha confianza a lo largo del año que le sirvió para cumplir el objetivo. Además, resultó una de las goleadoras en Primera División y la máxima “artillera” en Sub-19. “En lo personal, para mi significó mucho. Fue muy lindo y especial. Compartir el día a día con mis compañeras es algo que disfruto y me gusta muchísimo, y el poder llegar a jugar los playoffs y encima, salir campeonas después de tanto esfuerzo, fue muy gratificante”.