Google trabaja en robots autónomos con una tecnología novedosa
Everyday Robots es el nombre del nuevo proyecto de Google donde buscan que sus robots puedan moverse y aprender en nuevos entornos.
Con el gran avance de la tecnología en los últimos años, los robots adquieren cada vez más demanda y en muchos países ya son una “compañía” diaria del ser humano.
En su fase inicial, el proyecto Everyday Robots de Google nació para asistir a sus empleados en tareas de limpieza como limpiar las mesas, desinfectarlas y clasificar la basura. Sin embargo, la empresa busca ir más allá en el desarrollo de sus robots.
Esta flota de robots que se desplegaron en las oficinas de Sillicon Valley fueron desarrollados por Alphabet, la compañía tecnológica que agrupa a Google y todos sus servicios y productos.
Estos robots están equipados con un brazo articulado que le permite manipular objetos y herramientas, junto a una cámara que le otorga un sentido de percepción del entorno. También cuenta con una serie de sensores. El prototipo de Everyday Robots puede desplazarse por los pasillos de una oficina y realizar sus tareas de limpieza de forma segura, en convivencia con los empleados de la compañía.
Sin embargo, el objetivo de Everyday Robots es ir más allá de simples tareas de limpieza. Desde el proyecto buscan un robot que haga múltiples tareas y que pueda operar autónomamente en entornos no estructurados.
Los robots que conviven actualmente con los empleados de Google en las oficinas ya conocen su entorno y saben cómo moverse e interactuar dentro de él. Pero ¿Qué pasa cuando el entorno no está definido a priori? El robot tendrá muchas dudas sobre cómo operar en ese nuevo entorno donde fue puesto. Este es el nuevo objetivo de Everyday Robots: que los robots gestionen la incertidumbre y aprendan de manera autónoma. Algo que podría lograrse con Inteligencia Artificial para que aprendan por cuenta propia.
En robótica resulta sencillo construir una máquina que siempre se tenga que mover en el mismo entorno. Todos los parámetros serán conocidos y todas las circunstancias se pueden prever.
El próximo paso sería que los robots aprendan por su cuenta a realizar diferentes tareas, adaptarse al entorno en tiempo real y reaccionar ante los imprevistos. Todo esto requiere de una Inteligencia Artificial que sea capaz de aprender y desempeñar cualquier tarea del mismo modo que lo haría un humano.
La creación de objetivos por parte de robots de manera autónoma, la obtención de una representación óptima del entorno que no esté predefinida o el uso de memorias a largo plazo que permitan reutilizar información y llevar a cabo un aprendizaje gradual son cuestiones que aún quedan por resolver.