¿Cómo usar el aire acondicionado sin que afecte a la salud?
Los riesgos de abusar este electrodoméstico puede afectar la salud
Cada estación tiene una relación particular con el sistema respiratorio y si bien el verano supone menos inconvenientes, el abuso del aire acondicionado nos expone a cambios bruscos de temperatura y humedad en el aire que respiramos, así como a agentes infecciosos o alergénicos que podrían enfermarnos.
La falta de ventilación en lugares cerrados, sumada a la deficiente limpieza de los filtros de los aires acondicionados, conlleva a la acumulación de partículas alergénicas como pólenes, polvos domésticos y ácaros, y aumenta la posibilidad de infecciones al acumular gérmenes.
El abuso de este tipo de aire expone al cuerpo a mayor susceptibilidad para desencadenar, por ejemplo, dolor de garganta, rinitis, tos, broncoespasmo, sequedad de mucosas e infecciones.
Cinco consejos para usarlo de forma adecuada:
– Mantener y limpiar equipos y filtros de aire acondicionado, al menos una vez al año, para disminuir la exposición a alérgenos y cúmulo de gérmenes.
– Evitar la exposición directa, teniendo en cuenta las horas del sueño, donde puede ser más prolongada y sin control (usar la función sleep en caso de tenerla).
– Hacer intervalos en los que esté apagado, para ventilar el ambiente y reducir la sequedad producida por el mismo.
– Tratar de mantener la temperatura ambiente entre los 24 y 26 grados, ya que es la diferencia con el exterior lo que provee confort.
– Tomar agua o jugos de frutas ayuda al organismo en general y también facilita la hidratación de las vías respiratorias.
Si se hace un viaje largo en coche, evitar tener el aire puesto durante todo el trayecto ya que las vías respiratorias podían irritarse por el aire frío y habrá más opciones de enfermar. También es recomendable bajar la temperatura de forma progresiva y no llegar nunca a menos de 23 grados, ya que el cuerpo podría enfriarse. Es mejor viajar con vestimenta ligera y cómoda.