Estudiantes venció esta noche a Deportes Tolima por 1-0, en su regreso al renovado Estadio Único de La Plata, y se recuperó de la dura goleada por 5-0 que había sufrido ante el Cruzeiro en su debut en la Copa Libertadores.

En el comienzo del partido, los colombianos comenzaron dormidos y el Pincha estuvo a punto de ponerse arriba antes de que se completen los primeros dos minutos. Leandro González apareció sólo en el punto penal, pero sacó un remate débil y anunciado que atrapó sin problemas Silva.

Luego tras un cuarto de hora de dominio sin profundidad del local, el juego se equilibró. Verón no estaba preciso en la mitad y todos los boletos pasaban por las incursiones ofensivas de Enzo Pérez, que arrancó el año con el mismo gran nivel en el que terminó el 2010.

Tolima demostraba sus credenciales de buen equipo que ya había exhibido en la pasada Sudamericana contra Independiente y en el inicio de esta copa al dar el batacazo de eliminar en el repechaje a Corinthians. Bolívar, Chará y Castillo eran sus mejores hombres, y a los 38 los cafeteros tuvieron su chance, pero Braña despejó sobre la línea tras una buena incursión ofensiva de Medina que fue resuelta a medias por Orión.

Sobre el cierre del primer tiempo Estudiantes volvió a empujar acompañado por su gente, y tuvo su premio. Un tiro libre contra el vértice derecho del área fue transformado en gol por Pablo Barrientos, quien contó con la colaboración de la barrera, que se abrió y desvío su remate para descolocar al arquero.

En el inicio del complemento los platenses empezaron a sufrir por las lesiones. Pérez no pudo seguir por una molestia en el cuádriceps derecho y a los veinte también se fue Barrientos con problemas en su rodilla derecha. Sus salidas se sintieron en el andamiaje del equipo de Berizzo, que empezó a sufrir. A los ocho minutos, Medina le ganó la espalda a Fernández, definió cruzado y la pelota dio en el palo.

Estudiantes, en su chance más clara de la segunda parte, también se topó con el hierro: González definió combado de derecha y la bola la devolvió el travesaño. Además, Orión casi hace un blooper a la salida de un corner, pero la pelota desviada por sus manos dio con el poste izquierdo. Sobre el final, otra vez se salvó el local tras un tiro cruzado y fue todo nervios hasta que el árbitro Ubriaco, de buen labor, hizo sonar su silbato por última vez.