¿Qué hay detrás de las bombas de Wanchope?
Ramón Ábila pegó duro, Riquelme respondió y luego se sumó el representante. Acá, todos los detalles de lo que pasa en Boca.
"Desde el 3 de enero que empecé a entrenar, estoy esperando que alguien me informe mi situación. Como nadie del Consejo de Fútbol se comunicó conmigo ni con mi representante, sigo acá generándole un gasto innecesario y todas las cosas que dicen por atrás. Por el cariño que le tengo a la gente de Boca y por las oportunidades que tengo de poder ir a otro club, sáquense un tema de encima que les molesta. Ya que para amenazar y sacar comunicados queriendo dejarme expuesto e intentar dañar mi imagen por el motivo que ya todos conocen. Les aviso que yo no les debo nada a ustedes ni les tengo miedo. Tienen hasta el miércoles para solucionar mi tema. Cualquier cosa estoy en el vestuario”.
Segurola y Habana. A Ramón Ábila sólo le faltó pasar a través de su Instagram la dirección de su casa para invitar a pelear allí a Jorge Bermúdez, Raúl Cascini y Marcelo Delgado, pero su descargo digital tuvo mucho de eso. Como Maradona a Toresani hace varias décadas. En un tono desafiante, caliente, amenazante. Como nunca antes entre un integrante del plantel y quienes conducen el fútbol del club bajo el ala de Juan Román Riquelme.
Todo ocurrió con Ábila y el Consejo en el Centro de Entrenamiento de Ezeiza desde temprano. Increíble. Allí, donde el goleador se entrena junto a los jugadores que no son tenidos en cuenta y trabaja para volver de este desgarro, vio la publicación de Boca en sus redes sociales y no tardó en reaccionar. Cuando subió el posteo iban 5’ del ST del primer partido amistoso que Boca empató 2-2 con Gimnasia.
Y es más, una vez que publicó su historia bomba, Wanchope estuvo viendo el segundo tiempo del amistoso y con su celular recontra caliente todavía en la mano. Nadie se acercó a hablar con él. Una vez finalizado ese partido y también el que los suplentes ganaron 2-1, se bañó, se cambió, se subió a su camioneta blanca y salió por una salida secundaria del predio y obviamente esquivó a los medios que lo esperaban.
El parte médico fue el detonante, sí, pero su bronca viene de hace rato. Ábila está cansado de esta situación. Como dijo en su comunicado, desde que volvió en diciembre estuvo marginado y sin diálogo. Sin embargo, tuvo que escuchar demasiado a través de los medios y cuentas de redes sociales que él sabe que son cercanas a la conducción, “voceros”, según su representante Adrián Ruocco.
Versiones, ofertas que se rechazan, agresiones, comentarios desagradables con respecto a su físico con fotos que parecieron haber sido filtradas desde el club, porque no fueron publicadas oficialmente. “Todas las cosas que dicen por atrás”, dijo el goleador al respecto.
Y también remarcó indirectamente la publicación de su parte médico cuando no suele ser muy habitual en Boca que salgan a la luz lesiones frecuentes de algunos futbolistas, caso Marcos Rojo. “Amenazar”, “dejar expuesto” y “dañar mi imagen” fueron acusaciones de Ábila para el Consejo.
Este estallido se suma a unos cuantos más que hubo durante la actual gestión. Desde Alexis Mac Allister, pasando por Pol Fernández, Villa, Buffarini, Cardona y Tevez, hasta llegar al propio Ábila. Desde el Consejo aseguran que lo hacen para cuidar los intereses del club, desde el lado de los futbolistas acusan falta de diálogo, altos egos, destrato y pedantería, según información recolectada por Olé durante todo este tiempo.
El reclamo de Ábila, en el fondo, también es que para seguir en la situación actual prefiere que lo dejen salir del club. Fueron varios los equipos que se interesaron (Huracán, Independiente y Colón), pero Boca rechazó todas las propuestas porque se trataban únicamente de préstamos y el Consejo quiere vender a Wancho, al que se le vence su contrato en diciembre de este año.
“Si lo ponés a correr al costadito, ¿sabés quién va a venir a buscarlo? Nadie. Hasta la secretaría de cultura de Boca sabe que no va a jugar, que no tiene la mínima chance”, dijo Ruocco.
Por esa razón fue que Wanchope puso como fecha límite el “miércoles”, refiriéndose al cierre del libro de pases. Porque no le hace falta nada más para saber que Riquelme y Cía. no lo quieren. Por las repetidas lesiones, sí. Y también por su vínculo con Carlos Tevez, según sugirieron en varias ocasiones fuentes vinculadas al futbolista.
Al margen de su rendimiento futbolístico: en Boca siempre fue más que bueno dentro del campo, pero no anduvo en su paso durante 2021 por Minnesota United y DC United. “Sáquense un tema de encima que les molesta”, pidió en su comunicado.
Así, y a pocos días de que se cierre el libro de pases, Ábila todavía no se sabe dónde va a jugar, en Boca no es tenido en cuenta y está en plena guerra con el Consejo de Riquelme, Bermúdez, Cascini y Delgado. “No les tengo miedo”, completó en su publicación, y cerró desafiante, como citándolos a pelear. ¿Dirección? “El vestuario”.
Mientras tanto, Riquelme ya le respondió por TV pegándole donde más duele, en su flojo rendimiento en la MLS y la lesión actual...