Boca fue más, pero no pudo quebrar a All Boys

El Xeneize, sin Juan Román Riquelme, tuvo muchas chances para convertir pero se topó con Nicolás Cambiasso, su propia inoperancia y hasta con la polémica para que el encuentro terminara 0-0 en la Bombonera. La visita sufrió la expulsión de Rodriguez.

Boca llegaba convulsionado al partido con All Boys después de que Julio Falcioni borrara a Juan Román Riquelme. Y si bien muchos lo pidieron en la Bombonera y enarbolaron carteles que apoyaban al ídolo, todos esperaban esta prueba como la hora de la verdad. Así, y pese a que el Xeneize fue superior, quedarán en la retina su falta de ideas y variantes, que desembocó en un 0-0 tan inevitable como decepcionante.

El local fue de menor a mayor en el primer tiempo. Primero, Sebastián Grazzini y Ariel Ortega tuvieron sus esbozos para inquietar su contención, pero con el correr de los miuntos el Burrito fue quedando muy solo con sus posibilidades de desnivelar. Por el contrario, el Xeneize aprovechó por el costado derecho entre Eduardo Domínguez y Armando Panceri, donde Pablo Mouche y Cristian Chávez se asociaron con peligrosidad bien apuntalados por las subidas de José María Calvo.

Recién en los últimos minutos de la etapa los de La Ribera encontraron su momento para lastimar, y allí fue cuando se agigantó la figura de Nicolás Cambiasso. Nicolás Colazo lo exigió y en la misma jugada Mouche estrelló un tiro en el palo, después la empujó Sebastián Battaglia debajo del arco pero despejó Cristian Vella y en el rebote Chávez metió un cabezazo furibundo que sacó el arquero y, con tiempo cumplido, Cambiasso volvió a aparecer ante Mouche.

Sin embargo, la polémica llegaría en el descuento, cuando remató Martín Palermo, Cambiasso dio un rebote corto, Colazo se llevó la pelota en sus narices y disparó bajo el arco y a la red. Sergio Pezzota cobró una falta demasiado dudosa y el descanso llegó envuelto en reclamos.

El complemento, por su parte, perdió mucho en vértigo. Volvió a armarse el equipo de José Romero, y pese a los conocidos intentos xeneizes a los que se sumó un desequilibrante Colazo, Boca no volvió a acercarse más que esporádicamente. Colazo tuvo su chance pero sin puntería, el ingresado Walter Erviti hizo lo propio de media distancia y Mouche también desperdició su oportunidad.

Como contrapartida, Mauro Matos pegó un tiro en el palo. Entró Cristian Fabbiani, pero poco pudo hacer para torcer la historia en favor de los de Floresta. Y a los 38, el juez de línea advirtió un esbozo de cabezazo de Juan Pablo Rodríguez ante Mouche y el futbolista visitante se fue expulsado en medio de un clima caldeado.

El final llegó entonces con La Boca hecha un hervidero. Entre las muchas expectativas, la desilusión, las polémicas, las urgencias por ganar, la dosis de mala suerte y la sombra del ídolo ausente poco lugar había quedado para el fútbol. Y el 0-0 lo hizo saber.