Nadal logró una épica victoria ante Kyrgios y se metió en semis
El español dejó en el camino al australiano luego de un duelo que tuvo de todo. Con la victoria, Rafa estiró a 19 su récord de partidos invictos en lo que va del año. Jugará con Carlos Alcaraz en esa instancia.
Rafael Nadal se clasificó para semifinales de Indian Wells al someter al impredecible y controvertido Nick Kyrgios, una victoria envuelta en épica y con la que el tenista español amplió su excepcional racha como invicto en 2022. El español sufrió muchísimo pero acabó imponiéndose en un emocionante y duro encuentro por 7-6(0), 5-7 y 6-4 en dos horas y 46 minutos.
For the 1️⃣9️⃣th time this year....#IndianWells | @RafaelNadal pic.twitter.com/1ESOeG4Nm0
— BNP Paribas Open (@BNPPARIBASOPEN) March 18, 2022
Triple ganador de Indian Wells (2007, 2009 y 2013), Nadal se medirá en semifinales a su compatriota Carlos Alcaraz quien derrotó al británico Cameron Norrie, vigente campeón de Indian Wells, por 6-4 y 6-3. El partido estuvo repleto de alternativas y ambos jugadores gozaron de oportunidades para haber decantado la balanza en su favor.
Nadal, que viene arrastrando problemas en el pie izquierdo, remontó el primer set ante un Kyrgios que empezó muy bien, se vino abajo en el segundo, y en el tercero sacó su característica rabia y energía para conseguir el triunfo tras un partido extenuante. Kyrgios, uno de los jugadores más originales y únicos del mundo, no decepcionó para bien y para mal.
Por un lado ofreció momentos geniales y de una calidad incontestable y por el otro se enredó en protestas al árbitro, lanzó gritos contra el público y llegó a tirar al suelo la raqueta hasta en tres ocasiones. "Estoy muy feliz con el resultado", dijo Nadal sobre la pista al terminar el encuentro.
"Nick es uno de los jugadores más talentosos del circuito, sin duda", añadió al explicar que el australiano es un tenista que recurre mucho a sus emociones en su juego y al asegurar también que, cuando Kyrgios tiene "motivación" y "pasión", puede "ganar a cualquiera". Nadal aterrizó en el torneo del desierto californiano con la moral por las nubes gracias a su racha como invicto este año que le permitió ganar de forma consecutiva tres títulos: el Abierto de Australia, Melbourne y Acapulco.