El Gobierno Nacional estudia importar nafta para evitar desabastecimiento
Planificación reclamó datos sobre las condiciones de abastecimiento por la falta crónica de nafta. Quieren repartir costos con las petroleras para evitar problemas.
Las dificultades de las petroleras para abastecer la demanda de nafta en enero y febrero, sumadas al congelamiento de precios que impuso el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno –aumenta el apetito de los automovilistas por el combustible– y la sucesión de fines de semanas ‘largos’ de este año, que estimulan el turismo, llevaron al Gobierno a estudiar con seriedad esta semana una medida que le resulta antipática: tomar una participación concreta en la importación de nafta súper para lo que resta del año.
Durante las últimas dos semanas hubo reuniones, con distinto grado de formalidad, entre empresarios de las grandes petroleras –las principales son YPF, que lidera el mercado con casi un 60% de participación, Esso, Petrobras y Shell, que no participó de esos contactos– y hombres cercanos al coordinador del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta.
El funcionario es la mano derecha de Julio de Vido en temas operativos. Pidió información para comprender por qué hubo una escasez casi crónica de combustibles, en especial de nafta súper, durante la primera parte del año, que persiste incluso en bocas de expendio de Capital esta semana.
Las opiniones que recolectaron los hombres de De Vido sembraron la preocupación en el Gobierno. De acuerdo con datos oficiales, en 2010 la venta de naftas aumentó un 8,2% respecto de 2009. Aunque hubo importación de súper por primera vez en el año (YPF trajo un 2% del total comercializado), no impidió que se registraran faltantes.
El panorama para este año, de acuerdo con la óptica empresarial, es peor. Aunque importan gasoil sin impuestos desde hace años, ninguna de las grandes petroleras tiene intenciones de comprar nafta súper en el exterior y venderla en el mercado interno a menor precio.
Por eso, si bien aún no están definidos los pasos a seguir, una de las alternativas más firmes es que el Gobierno lidere la importación de nafta a través de Enarsa y de algunas petroleras, “compense parcialmente a las empresas privadas y subsidie otra parte del combustible”, explicaron fuentes al tanto de las negociaciones.
Para que el aporte del Estado sea lo menor posible –los subsidios adicionales serían millonarios–, está contemplado que Moreno levante la resolución que congeló los valores de los combustibles, tal como lo hizo el miércoles con el acero.
Complicaciones operativas
En el Gobierno esperan que el abastecimiento de este año sea más complicado que el habitual por motivos nuevos y viejos. Entre los primeros, la demanda continuará en ascenso, más aún en un contexto en que el Gobierno es reacio a liberar por completo los precios, algo que pondría freno al consumo.
Entre los nuevos se destacan el traspaso de una refinería en San Lorenzo y 350 estaciones de servicio de Petrobras a Oil, la petrolera de Cristóbal López, pero más aun la venta de los activos de Esso, con más de 100 años en el país, a Bridas, la empresa de los hermanos Bulgheroni y la estatal china CNOOC.
En despachos públicos reconocieron que ambos traspasos podrían “desordenar el mercado” durante al menos siete meses, dado que ambos compradores, con experiencia en la extracción de petróleo, se dedicarán por primera vez a refinarlo en grandes proporciones.
En febrero tuvieron un anticipo de lo que puede ocurrir. Según informó el portal especializado Surtidores, la planta de procesamiento de crudo de Esso, en Campana, tuvo que interrumpir su producción debido a problemas técnicos y reducir bruscamente la provisión de combustibles. Esa situación, según le informó la empresa a los dueños de estaciones de servicio, se normalizará en las próximas 48 horas.