Julio Falcioni se fue ocupado –¿preocupado también?– en mejorar los aspectos de Colón para intentar levantar en la Copa de la Liga Profesional, donde llegó a los seis partidos sin ganar con el empate ante Independiente 2-2 este sábado en el Brigadier López.

Por esas cosas del fútbol, en las primeras cuatro fechas el equipo lucía mejor en la tabla que en el campo de juego, pero luego cambió el sistema y se dio al revés: mostraba cosas interesadas dentro de la cancha, pero no ganaba. Sin embargo, ahora la cosa ya no es tan así, quedando en deuda en todo sentido.

Uno de los grandes déficits es la falta de solidez. "Nos llegan poco y convierten mucho", dijo el Emperador en conferencia. Es tal cual, ya que a Colón le marcaron 12 goles en 10 partidos. Solo terminó con el arco en cero ante Central Córdoba (triunfo 2-0) y Unión (0-0).

De no ser por la jerarquía, donde las individualidades aparecen para hacer goles, el escenario sería otro. Son 14 los tantos a favor para tener una brecha positiva. Durante gran parte de su carrera como entrenador, a Falcioni se lo consideró defensivo, pero está claro que ahora en su etapa en Colón lejos está de ser. Después, que la cosa funcione es otra cosa.