Las aplicaciones de grabación de llamadas en Android dejarán de funcionar ya que Google anunció una prohibición masiva por temor a que las personas puedan infringir la ley accidentalmente.

Al gigante de la tecnología le preocupa que tales aplicaciones puedan usarse ilegalmente, ya que las leyes sobre la práctica varían mucho en todo el mundo.

En el Reino Unido, no es ilegal grabar una llamada sin decírselo a alguien, siempre que sea para su propio uso. Pero si se vende una grabación a un tercero o la hace pública sin el consentimiento de la otra persona, esto entra en aguas turbias legales y podría ser un delito penal.

En los EE. UU., se vuelve aún más complicado por las diferentes leyes en cada estado. En Arizona, por ejemplo, puede grabar una llamada si es el propietario de la cuenta telefónica y el pagador de la factura.

Existe la preocupación de que estas aplicaciones puedan violar la privacidad y la seguridad, por lo que Google decidió bloquearlas definitivamente.

Sin embargo, hay una trampa que permite que continúe una pequeña cantidad de aplicaciones. Las grabadoras de llamadas integradas a los teléfonos pueden continuar. Esto significa que los dispositivos fabricados por Google Pixel y Xiaomi pueden seguir brindándolo.

Se notifica a los participantes que la llamada se graba antes de que comience en el Pixel, lo que hace que sea más legal. Si la aplicación es el marcador predeterminado en el teléfono y también está precargado, "no se requiere la capacidad de accesibilidad para acceder a la transmisión de audio entrante y, por lo tanto, no estará en violación", anunció Google.