Memorias de la inundación: video testimonial de los que no olvidan

En un nuevo aniversario de la inundación del 2003, recuperamos testimonios de personas que lo vivieron en carne propia y de los profesionales de la radio que estuvieron presentes.

Un día como hoy, pero de 2003, las aguas del Salado avanzaban sobre la ciudad, cubriendo los barrios del oeste y sur de Santa Fe.

El agua se coló por un terraplén no terminado, y afectó a más de 130 mil vecinos y vecinas. Si bien oficialmente se informaron 23 fallecimientos, las cifras extraoficiales indican que el número de víctimas ascienden a más de 120.

La causa penal abierta para determinar las responsabilidades políticas por la inundación se inició en mayo de 2003 y obtuvo sentencia en febrero de 2019. En esos casi 16 años, Carlos Reutemann declaró en dos oportunidades, ambas como testigo y por escrito, amparado en sus fueros como senador nacional. Jamás fue indagado ni imputado.

La investigación comenzó el 5 de mayo de 2003 a partir de una denuncia presentada por Ana Isabel Zanutigh ante el fiscal Ricardo Favaretto, que fue tomada por el juez de Instrucción Diego De la Torre. A lo largo de 15 años y ocho meses, intervinieron más de 20 magistrados y 13 fiscales.

Declaran el 29 de abril Día de la Memoria y Solidaridad de la Inundación

El 1º de febrero de 2019, el juez Octavio Silva condenó a tres años de prisión condicional a Berli y Fratti -Álvarez ya había fallecido- por el delito de “estrago culposo agravado por la muerte de 18 personas”.

En el fallo, Silva sostuvo que la inundación “pudo haber sido prevenida” y que se produjo por “la omisión culposa de los cuidados necesarios para prevenir y contener la creciente del río Salado”.

Con esta producción, LT10 recupera las memorias de tres generaciones que fueron víctimas de la inundación y cuentan en primera persona cómo lo vivieron y cómo continúa repercutiendo en sus vidas.

 

La inundación del 2003 en el testimonio de tres generaciones

 

 

La radio y la inundación

Radio LT10 tuvo un rol fundamental en ese momento, no solo manteniendo informada a la sociedad, sino brindando contención y acompañando tantos a los que sufrían los embistes del agua como a los familiares de inundados que no podían comunicarse en una era sin celulares y encontrarse en una ciudad que era un caos.

Miguel Cello, Guillermo Tepper y Gisela Vallone trabajaron a destajo durante esos días de tensión e incertidumbre.

En el caso de Gisela, le tocó un doble rol, porque mientras su familia se inundaba, ella cubría desde el Móvil lo que pasaba. En tanto, Cello y Tepper, desde los estudios informaban y oficiaban de nexo con la sociedad.