Una grave denuncia por abusos escandaliza a la gimnasia olímpica canadiense
Más de 70 deportistas, actuales y ya retiradas, denuncian en una carta "experiencias de abuso, negligencia y discriminación con la esperanza de forzar un cambio". Nombra a la federación nacional de gimnasia, así como a las federaciones de seis de las diez provincias de Canadá.
Un grupo de gimnastas canadienses presentó una demanda ante la justicia de ese país en contra de la federación nacional Gymnastics Canadá y los órganos provinciales por tolerar un clima de abusos "físicos, sexuales y psicológicos" durante décadas, se informó hoy. "Esta acción surge del abuso físico, sexual y psicológico de gimnastas en Canadá mientras estaban bajo el cuidado y control de la organización provincial de gimnasia en su jurisdicción y de Gymnastics Canadá", consigna el escrito.
A su vez, los abogados de las demandantes señalaron que "a nivel mundial el deporte de la gimnasia fue objeto de escrutinio por su cultura de la crueldad", debido a la "cultura de control y un comportamiento abusivo" que llevó a la creación "de un entorno en el que el abuso y el maltrato de atletas son habituales".
La demanda fue presentada ante el Tribunal Supremo de Columbia Británica, la provincia más occidental de Canadá, donde reside la principal demandante, la exgimnasta Amelia Cline. Tras abandonar este deporte cuando era adolescente, Cline afirmó que está emprendiendo acciones legales para "hacer que estas instituciones rindan cuentas" por los abusos cometidos.
Cline señaló durante una entrevista que padeció "efectos persistentes a largo plazo" por el maltrato recibido, incluidos "dolores físicos y psicológicos crónicos". La demanda está dirigida a la federación nacional de gimnasia y a las federaciones de seis de las 10 provincias del país: Columbia Británica, Alberta, Saskatchewan, Manitoba, Ontario y Quebec.
Esta acción legal llegó poco después de que un grupo de más de 70 gimnastas, muchas de las cuales ya abandonaron la competición, publicaran una carta abierta para denunciar una "cultura tóxica y prácticas abusivas que persisten en la gimnasia canadiense".
La carta, que recogió más de 400 firmas, solicita al gobierno canadiense que ordene una investigación independiente, después de que el grupo responsable de la campaña "Gymnasts For Change" dijera que "no llegaron a ninguna parte" en su intento de que la federación realice una investigación interna.
Por su parte, la portavoz del grupo, Kim Shore, sostuvo que "todas las disciplinas, rítmica, acrobática, artística, 'tumbling' y trampolín, están, en cierta medida, afectadas por esta cultura, y por el dominio que los entrenadores han desarrollado a lo largo de décadas". "El sistema de rendición de cuentas tiene que cambiar", concluyó Shore.