Mahmud Abbas calificó el asesinato como un acto "inhumano e inmoral" y aseguró que la Autoridad Palestina habría impedido el asesinato, si hubiese tenido información previa sobre el plan criminal. En la madrugada del sábado, varios extremistas palestinos asaltaron a una familia de colonos y mataron a puñaladas a una pareja y a sus tres hijos pequeños.


Varios extremistas palestinos habían asaltado en la noche del viernes al sábado una familia de colonos en el asentamiento Itamar y mataron a puñaladas durante el sueño a los padres y tres niños pequeños.

El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, prometió vengar el múltiple asesinato "con mano de hierro".

Consternado por el crimen, el gobierno israelí aprobó la construcción de varios cientos de viviendas para colonos en Cisjordania.

El presidente palestino ya había condenado el asesinato el fin de semana en una conversación con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Sin embargo, éste le exigió a Abbas que condenara de forma contundente la supuesta campaña de agitación palestina contra Israel.

Abbas le aseguró a Netanyahu que en las mezquitas cisjordanas ya no se hacen arengas antiisraelíes