La despidieron de un supermercado chino y rompió toda la góndola de vinos

Sucedió en Rafaela. La empleada argumentó que, previamente, soportó “manotazos e insultos” para no perder el trabajo.

Un video viralizó en las redes sociales una situación que se dio dentro de un supermercado chino ubicado en la ciudad de Rafaela.

Detrás del mismo, hay un conflicto laboral que se produjo en el supermercado chino "Apolo" ubicado en avenida Brasil al 700 de Rafaela.

En ese comercio, una joven empleada que fue despedida sufrió un ataque de nervios cuando comenzó a tirar al suelo las botellas de vinos que se encontraban en un exhibidor, por lo cual fue detenida tras la denuncia efectuada por los propietarios. 

La ahora ex trabajadora del supermercado reconoció que reaccionó de manera violenta por el despido, que consideraba injusto porque siempre cumplió con su tarea y además soportaba en forma reiterada de maltrato laboral. En el video, que según Evelyn -tal el nombre de la joven- fue "editado a conveniencia" por los dueños del supermercado, se la puede observar muy enojada gritando y arrojando decenas de botellas de vino al piso. 

Tras la denuncia de los comerciantes, arribaron al lugar efectivos del Comando Radioeléctrico para proceder a su detención y traslado a la sede de la Comisaría 13ª, desde donde fue derivada a la Alcaidía. 

 

 

Por la viralización del video, Evelyn salió a exponer su posición. "Me cegó el enojo, la bronca por las injusticias que viví ahí adentro, el tragarme los maltratos, los retos, el ninguneo, y hasta manotazos o insultos por no perder el trabajo", explicó.

Además, expresó que los dueños del supermercado enviaron "videos e información incompleta haciéndose totalmente los desentendidos ante lo sucedido" a la vez que consignó que "la primera parte del video fue editado a conveniencia".

La escena fuera de control se originó cuando Evelyn -según explicó- hizo un planteo por el maltrato y como respuesta fue despedida por la encargada. En ese momento, reaccionó violentamente rompiendo decenas de botellas de vino, cuyo líquido se fue desparramando por el suelo.

"Estuve mal y pagué como la ley así lo decidió por todo el daño que hice, pero a mí, ¿quién me reconoce el tiempo invertido, mi dignidad, mis ganas de salir adelante?", cuestionó. "Fui una buena empleada, respetuosa, siempre a disposición, porque desde limpiar pisos hasta cortar fiambre o atender una caja lo hice con muchas ganas. Las injusticias a veces no se ven del otro lado, y a mi me jugaron en contra todas esas cosas al momento de reaccionar", agregó.

"Detrás de tan grande brote nervioso hay muchas cosas", concluyó a modo de justificación.