Colón de San Justo gritó campeón en el ascenso del Dos Orillas

El equipo del Portón del Norte le ganó a Tilcara por 4-1 para quedarse con el certamen.

ASH

El “conquistador” se consagró de local, luego de vencer 4-1 a Tilcara en la serie pendiente de la primera fecha del torneo Dos Orillas. El encuentro  fue intenso, emocionante. Fiel a su estilo, el “rojiblanco” estuvo firme en defensa y se adueñó del partido en los momentos claves para imprimirle ritmo a sus ataques y ganar.

“El balance, obviamente es más que positivo. En un principio apuntábamos a usar este torneo para afianzar una idea y un estilo de juego que nos permita competir seriamente la segunda parte del año, como así también darle minutos y más participación a las más jóvenes para contar con un plantel mas extenso y generar una competencia interna. Pero después de ganarle a quien fue campeón del regional “E”, teníamos que intentar ir por todo y así fue”, sostuvo Maximiliano Baroni, DT de Colón.

 

Las virtudes del campeón

El orientador táctico destacó los argumentos que permitieron la consagración. “Jugamos cada juego como si fuese el más importante, intentando ser protagonistas siempre, más allá del rival que tengamos enfrente, adaptándonos a lo que se nos presente. La intensidad fue otro aspecto muy importante, el trabajo físico del profe Gabriel Gómez nos permitió no bajar nunca el ritmo y muchos partidos se pudieron resolver más desde lo físico que del juego en sí.”

Además, “Pistón” recalcó el enorme papel y potencial de sus dirigidas. “El proceso de este equipo tuvo algunas pautas básicas tanto para defender como para atacar, pero la idea es tener un estilo propio. Las chicas lo entendieron muy rápido y si a la ambición que tienen estas chicas por superarse, le sumas herramientas e ideas claras, da como resultado la terrible e histórica campaña que acaban de conseguir”.

Un estilo definido

Sobre la propuesta que impuso Colón de San Justo, Baroni sostuvo que “Nuestra idea es lastimar con juego asociado, pero entendiendo cuándo debemos ser profundas y directas, y cuando debemos mover la bocha con paciencia según lo que el rival nos propone. Si bien tratamos siempre de imponer nuestro juego, no tenemos problemas en cambiar y adaptarnos a lo que el partido nos pide. A la hora de atacar consideramos que es mejor llegar que estar, por lo tanto intentamos no darles referencia de marca a las defensas rivales y llegar por sorpresa, la presión tras pérdida no se negocia nunca.

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