Salud adhirió al día mundial de la tuberculosis

El Ministerio de Salud provincial, a través del Programa de Control de Enfermedades Respiratorias y Tuberculosis, adhirió a la conmemoración del “Día Mundial de la Tuberculosis”, que se conmemora mañana, cuyo objetivo es generar un mayor nivel de conciencia respecto de la epidemia mundial de tuberculosis y de los esfuerzos para acabar con la enfermedad.



Dado que un tercio de la población mundial está infectada de tuberculosis; la Alianza Mundial Alto a la Tuberculosis, red de organizaciones y países que luchan contra la enfermedad, organizan este Día Mundial para dar a conocer el alcance de la enfermedad, las formas de prevenirla y de curarla.



El titular del Programa de Control de Enfermedades Respiratorias y Tuberculosis, Bernardo Salvadore, señaló que “en Santa Fe durante 2009 se diagnosticaron 613 nuevos casos, mientas que en todo el país, para el mismo período, la notificación alcanzó los 10.657 casos”.



“Si bien, la Tuberculosis (TB) sigue siendo un serio problema de salud pública, al comparar la situación provincial con el promedio nacional, se observa que Santa Fe, con una tasa de 18,78 x 100.000 habitantes, se ubica por debajo de la tasa nacional con (26,6), y muy lejos de la provincia con la mayor tasa (61,5)”, destacó Salvadore.



El número de casos notificados en la provincia durante los últimos cuatro años se ha mantenido estable.


El control de la TB se basa en el diagnóstico y tratamiento temprano, especialmente de aquellos pacientes tosedores o bacilíferos, pues son quienes contagian. La estrategia terapéutica implementada en la actualidad combina medicación y una serie de dispositivos organizacionales, los que en conjunto reducen la tasa de abandono y aumentan la tasa de curación.



La medicación antituberculosa de eficacia demostrada es gratuita y está disponible en todos los servicios públicos de salud. En tanto, los dispositivos organizacionales consisten en la descentralización del tratamiento desde los hospitales a los centros de salud, acercándolo lo más posible al lugar donde el paciente vive; y el acompañamiento cercano por personal de salud mientras dura el tratamiento (no menor a 6 meses).



Esta estrategia “no solo contribuye a supervisar la toma de cada dosis, sino también vigilar la aparición de efectos adversos y complicaciones, y lo que es más importante aún, fortalecer el vínculo de los usuarios con los equipos de salud”, indicó Salvadore.



La estrategia es promocionada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y fue adoptada en la provincia a través del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis, siendo una de las primeras jurisdicciones en llevarla a cabo en la Argentina.



“Además, esta línea de trabajo contribuye también a hacer más efectivo el abordaje de las nuevas problemáticas que acompaña a la tuberculosis en la actualidad, como la asociación con el VIH/Sida y la resistencia a los medicamentos utilizados como primera línea”, precisó Salvadore.



La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa prevenible y curable que se transmite por el aire. Los enfermos cuyos pulmones albergan bacilos de la TB pueden contagiar a otras personas cuando tosen.



En 2005 contrajeron la enfermedad 8,8 millones de personas y 1,6 millones fallecieron. Cuando se detectan pronto y reciben un tratamiento completo, los pacientes dejan rápidamente de ser contagiosos y acaban curándose.



Con su estrategia Alto a la TB y su apoyo al Plan Mundial para Detener la TB, la OMS está tratando de lograr una disminución radical de la carga de TB y de reducir a la mitad su prevalencia y mortalidad para 2015.



En este sentido, se ha avanzado considerablemente pero la evidencia disponible muestra que es urgente seguir trabajando. La decisión de elegir como lema de este año, “Innovemos y aceleremos esfuerzos contra la tuberculosis” refleja que se debe imprimir más fuerza y velocidad a lo que se esta haciendo.




La campaña de este año, así como la del anterior, gira en torno a una serie de personas de todo el mundo que han ideado nuevas fórmulas para detener la tuberculosis y pueden servir de inspiración a otros.



Se trata de otorgar el mérito que merecen a quienes han introducido diversas innovaciones en diferentes campos como investigaciones tendientes a desarrollar nuevos métodos diagnósticos, medicamentos y vacunas, investigaciones operacionales encaminadas a alcanzar más eficacia y eficiencia a la atención antituberculosa y nuevos enfoques para ayudar a la gente a acceder al diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis.



También incluye las nuevas fórmulas de colaboración entre los actores implicados en la lucha contra la tuberculosis, progresos en la integración de la atención antituberculosa en los sistemas de salud nuevos mecanismos de apoyo de los miembros de la comunidad a los afectados por la tuberculosis y métodos innovadores de sensibilización sobre la tuberculosis.

Este evento, que se celebra los 24 de Marzo de cada año, marca el día en que Robert Koch dio a conocer su descubrimiento del bacilo productor de la tuberculosis en 1882. Este fue el primer paso hacia el diagnóstico y la cura de la enfermedad.



Koch presentó su descubrimiento del bacilo de la TBC. Un siglo después, la OMS y la Unión Internacional contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias (UICTER) patrocinaron el 24 de marzo como Día Mundial de la Tuberculosis con la finalidad de educar a la comunidad sobre las consecuencias de esta enfermedad sobre la salud y las formas de controlarla o prevenirla.



La tuberculosis en el siglo XIX llegó a convertirse, en Europa y América, en una de la más graves epidemia de esa época. Hoy en día, a pesar de haber pasado poco más de un siglo, y aunque la situación ha mejorado considerablemente en todo el mundo, la tuberculosis sigue siendo una amenaza para la salud y el bienestar de muchas personas.



La tuberculosis es una de las enfermedades más antiguas que afectan a los seres humanos. La llamada “peste blanca” causaba víctimas entre los antiguos egipcios y griegos, y devastó también en los siglos siguientes el norte de Europa. Era considerada una de las peores enfermedades y afectaba ante todo a los pobres en las ciudades.


Finalmente, la cartera sanitaria, brindó medidas de prevención y recomendaciones dirigidas a la población, incluyendo que la tos por más de quince días, acompañada de catarro, puede ser tuberculosis por lo que la consulta inmediata a un servicio de salud permite saber si se trata o no de esta enfermedad.



Asimismo, los estudios para descartar o confirmar una tuberculosis son gratuitos y pueden solicitarse en cualquier servicio de salud, el diagnóstico precoz y el tratamiento correcto de la tuberculosis garantizan la curación de la enfermedad y detienen el foco de infección y la tuberculosis se cura, solamente, completando todo el tratamiento.



El tratamiento de la tuberculosis dura como mínimo seis meses.



Las personas enfermas de tuberculosis que abandonan, o toman la medicación en forma irregular, tienen mayor riesgo de recaídas, de resistencia a los medicamentos habituales y de muerte, asegurándose que el tratamiento correcto de la tuberculosis disminuye las posibilidades de contagio, dejando el enfermo de ser contagioso aproximadamente a las dos semanas del inicio del tratamiento.